¿Qué papel juega la tecnología para conseguir que la industria mejore su eficiencia energética? ¿Cuáles considera son las tendencias más relevantes en este ámbito?
La tecnología desempeña un papel fundamental en la mejora de la eficiencia energética actuando como un habilitador clave para, primer lugar, medir, y a continuación, reducir el consumo de energía y promover prácticas sostenibles.
Tenemos algunos ejemplos como (1) la implementación de sistemas de gestión de energía inteligente que permiten la monitorización del consumo de energía y la optimización de la distribución de energía a través de sensores y (2) el uso del Internet de las Cosas (IoT) para facilitar la toma de decisiones basada en datos y así optimizar el uso de recursos energéticos.
Estas dos herramientas de manera simultánea permiten, en el proyecto DigiACV, la automatización de recogida de información en tiempo real de todos los procesos de un entorno industrial a través de una plataforma tecnológica que rastrea el inventario de ciclo de vida de los productos generados. Y aunque no sea mi ámbito de acción, también debo mencionar el papel fundamental de la tecnología para seguir desarrollando el sector de las energías renovables así como el almacenamiento de la energía con el que podamos conseguir un sistema energético resiliente e independiente.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC/Tecnologías? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Desde AEICE coordinamos multitud de proyectos en materia de eficiencia energética, y muchos de ellos tienen un fuerte componente tecnológico. El conocimiento y las herramientas desarrolladas (siempre, de forma colaborativa con nuestros socios) impactan en las diferentes fases de un edificio o entorno construido en general, desde la ideación y el diseño hasta el fin de vida útil y revalorización de los residuos de la demolición y deconstrucción. no debemos olvidar la fase de diseño de edificios donde se determinan gran parte de los consumos de energía que va a requerir en su fase de uso. Para atender el aspecto del diseño estamos desarrollando plataformas de apoyo al diseño de edificios neutros en carbono.
Otra de las tendencias clave del momento es la comercialización de ahorros energéticos, en todos los sectores, pero nosotros hemos particularizado en el sector residencial a través de una plataforma que facilita la compra-venta entre los agentes clave del mercado de los certificados de ahorros energéticos (CAEs).
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia y competitividad energética?
En general, las grandes empresas han comenzado a tomar medidas en materia de eficiencia y competitividad energética, debido a la creciente presión regulatoria y parte a la conciencia ambiental y la búsqueda de eficiencia económica, pero aún hay margen de mejora.
Sin embargo, creo que la concienciación está creciendo particularmente en las empresas emergentes siendo para ellas un factor imprescindible a tener en cuenta.
¿Cómo le gustaría ver a España, desde el punto de vista de la competitividad energética, en el año 2030?
En 2030, me gustaría ver a España como un referente en competitividad energética, con una economía más eficiente y sostenible pero también continuar investigando en todas las posibilidades energéticas que tiene nuestro país. Esto implicaría una mayor penetración de energías renovables en la matriz energética, la adopción generalizada de tecnologías de gestión de energía y automatización en empresas e infraestructuras, políticas gubernamentales sólidas que fomenten la eficiencia energética y tener empresas españolas líderes en la exportación de soluciones tecnológicas relacionadas con la eficiencia energética.