Europa afronta su transición energética hacia una mayor electrificación y el progresivo abandono de los combustibles fósiles. En esta andadura, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) están llamadas a jugar un papel esencial, por lo que el ecosistema energético debería intensificar la mejora de su digitalización. Tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) o la Inteligencia Artificial (IA) tienen aplicaciones prácticas a lo largo de todo el ciclo de vida de la energía, tanto en la fase de diseño, ingeniería o construcción como en la fase de mantenimiento.
Las empresas del sector eléctrico se enfrentan actualmente a un ‘trilema’, puesto que por un lado han de cumplir con unos estándares de calidad de servicio, por otro los consumidores les demandan cada vez que sean más sostenibles y, culminando la tormenta perfecta, todo ello a un coste asumible para las perspectivas de negocio de las compañías. En este escenario, José Luis Costales, Managing Director de Accenture, sostiene que “no solamente las tecnologías per se son un elemento fundamental, sino también una combinación de talento y, sobre todo, poner mucho foco en la sostenibilidad”. Desde su punto de vista, las tecnologías permiten asegurar el suministro de una manera eficiente reduciendo las inversiones, pudiendo abordar esta transformación a un coste mucho más razonable, sin descuidar cuestiones como la ciberseguridad o la interoperabilidad entre los diferentes sistemas. Al mismo tiempo, precisa, las TIC aportan sostenibilidad porque logran que haya menos pérdidas.
En esta misma línea, la descarbonización de la economía está propiciando que determinadas actividades que se realizaban hasta la fecha basándose en combustibles fósiles se vayan electrificando. Esta nueva situación pone encima de la mesa nuevos requerimientos operativos. Ante eso, Julián Mayoral, Director Comercial y Desarrollo de Negocio de Amper, afirma que “las TIC incorporan tecnologías de control y automatización de estos nuevos procesos, al tiempo que la llegada de IoT, IA, big data, etcétera contribuyen a la optimización de la eficiencia energética y operativa”.
Capacidad de anticipación
Las organizaciones están pisando el acelerador para cumplir con los objetivos impuestos por Bruselas y en esa transición energética se ha producido un cambio de paradigma. Uno de los grandes beneficios que han traído consigo las TIC es la capacidad de ser más proactivos, prediciendo determinadas condiciones y adecuando el consumo en función de ello. Así por ejemplo, es posible anticipar y regular las necesidades de refrigeración o calefacción de cualquier edificio, optimizando la eficiencia energética.
Alberto López Chamorro, Manager Director de Utilities Vertical Market de Grupo Oesía, subraya que este cambio de paradigma ha cambiado el modelo de usuario o cliente final, hasta el punto de que “hay que tener una inteligencia detrás para gestionarlo, con una tecnología que pueda evaluarlo y ayudarle a la empresa energética a saber dónde, cómo y de qué manera tiene que consumir o utilizar su modelo de energía”. En definitiva, una mejora de las toma de decisiones.
Relacionado de manera muy estrecha con esta afirmación, Claudio Fernández, Head of Utilities and Energy de Babel, destaca la necesidad de que las TIC faciliten el control y permitan a cualquier productor, independientemente de su tamaño, esa gestión eficiente de energía producida y que se mantenga en el tiempo. De esta manera, Fernández señala la importancia de “la hiperautomatización, en base a procesos informáticos y sistémicos, de cualquier proceso que hoy requiere un uso de infraestructura o de acción humana, pues ayudará mucho a reducir cualquier consumo y generación de CO2”.
Por otro lado, no puede obviarse la necesidad de no descuidar la financiación. Si Europa quiere cumplir con sus objetivos es preciso incrementar estos Fondos Europeos para que las empresas puedan pasar de pruebas de concepto, de estadíos muy preliminares con TRLs (Technology Readiness Level) bajos, a niveles más altos. Esas inversiones son necesarias para digitalizar de una manera completa tanto la fase de diseño como la ingeniería o la propia operación del activo.
El Smart Energy Congress como armonizador
Del 2 al 3 de octubre la Plataforma enerTIC celebrará el Smart Energy Congress 2024 en el Centro de Convenciones Norte de IFEMA (Madrid). Se trata de la 12ª edición del Congreso que este año, bajo el título Twin Transition: digitalizando el presente para un futuro más sostenible, volverá a reunir a líderes de la industria, compañías energéticas, innovadores tecnológicos y representantes gubernamentales para profundizar en el camino hacia la sostenibilidad.
Para López Chamorro, una de las misiones que cumple el congreso es la de “unificar criterios entre proveedores de modelos de servicios diferentes de manera que no seamos dispares de cara a las propuestas que hagamos a las empresas de energía”. Es importante tener en cuenta que no es sólo la empresa energética quien tiene que hacer esa transición, también sus proveedores. Martínez, de Engie, coincide con su colega a la hora de indicar que “la Plataforma enerTIC nos ayuda a alinearnos entre todos los actores y tener una misma visión de lo que queremos en este proceso de descarbonización”.
Ese es el camino para que todo el mundo se suba a este barco, incluidos los reguladores. Un tema que no es menor tal y como explica Fernández, de Babel, al señalar que “tenemos que ser capaces de llegar también a ellos y lanzar mensajes de cómo hacer propuestas, de cómo debe evolucionar esa regulación para que se acelere esta transición energética”. De otro modo, la regulación puede llegar a ser un freno a la innovación e, incluso, como advierten los expertos, limitar el número de inversiones que se pueden hacer al año.
En suma, durante dos días la Plataforma enerTIC y su ecosistema de profesionales llevarán a Madrid un Congreso que ya es considerado “una muestra muy interesante de estado del arte” del actual panorama de sostenibilidad y competitividad energética de la mano de las TIC, concluye Mayoral.
