La Comisión Europea ha acogido con satisfacción un acuerdo de la Organización Marítima Internacional (OMI) como un paso significativo para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte marítimo mundial para 2050. Esto marca un acuerdo histórico en la lucha contra el cambio climático y un avance significativo en la reducción del impacto ambiental de la industria del transporte marítimo a escala global. Si bien el acuerdo de hoy aún no garantiza la plena contribución del sector a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París, constituye una base sólida para iniciar la necesaria transición energética del transporte marítimo. La UE y sus Estados miembros desempeñaron un papel clave en la consecución del acuerdo y seguirán participando activamente en el período previo a su adopción en octubre de 2025 y a su aplicación en 2027.
De acuerdo con la Estrategia de la OMI para 2023, el acuerdo incluye una nueva medida, que establece un estándar mundial para reducir gradualmente la intensidad de GEI de los combustibles marinos. Regulará qué tan «limpia» debe ser la energía utilizada por un barco, en función de su impacto climático. La medida se aplica a todo el ciclo de vida de las emisiones de GEI de los combustibles para el transporte marítimo. Utiliza criterios normalizados y un sistema común de certificación de los combustibles que facilita la igualdad de condiciones, independientemente de dónde se produzca, transporte o utilice el combustible. Como resultado, evitará que las emisiones se trasladen a otros sectores y fomentará inversiones sostenibles que reducirán las emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida en todo el mundo. La UE espera reforzar las medidas a lo largo del tiempo para cumplir plenamente los compromisos de descarbonización asumidos en la Estrategia de la OMI para 2023.
Mecanismo mundial de fijación de precios de las emisiones
La nueva medida también introduce un primer mecanismo mundial de fijación de precios para las emisiones, que, junto con incentivos financieros, animará a las empresas navieras a utilizar los combustibles y tecnologías más limpios desde el principio. Por ejemplo, se incentivará a las empresas para que inviertan en combustibles marinos de cero y casi cero emisiones, como el metanol renovable y el amoníaco. Al estimular la inversión en estos combustibles más limpios, la medida ayudará a reducir la huella de GEI de la industria del transporte marítimo.
El mecanismo de fijación de precios se aplicará a una parte de las emisiones del transporte marítimo internacional a partir de 2028, con un precio inicial de 100 dólares por tonelada de CO2. Esto generará ingresos significativos, estimados en 11.000-13.000 millones de dólares anuales, que se utilizarán para apoyar el desarrollo y el despliegue de estos combustibles de cero y casi cero emisiones. Los ingresos generados por la medida también se destinarán a apoyar una transición justa y equitativa, garantizando que ningún país se quede atrás. Esas medidas se compartirán de manera justa, prestando especial atención a los países menos adelantados y a los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Pasos siguientes
El acuerdo deberá ser confirmado por la Organización Marítima Internacional en octubre de 2025. Una vez concluidas las negociaciones del nuevo acuerdo, es hora de que todos los países comiencen a trabajar en la aplicación del marco. La Comisión también evaluará la nueva medida global para ver cómo interactúa con la actual normativa marítima de la UE, manteniendo la integridad medioambiental y evitando una doble carga significativa.