Ekielkar es una comunidad energética piloto en el barrio Santa Ana (Ermua), desarrollada bajo una metodología internacional y replicable para regenerar barrios vulnerables, basada en co-gobernanza y participación ciudadana. Integra una instalación fotovoltaica de autoconsumo compartido con acciones comunitarias y digitales (Oficina de Barrio, talleres, app) que implican a vecinos/a, escuela, comercios y administración, impulsando conciencia energética, cohesión social e innovación urbana.
Comunidad Energética Ekielkar: Innovación Social y Referente para Barrios Inteligentes
Indicadores y procesos de mejora
-Generación anual: 40.231 kWh con 90 paneles solares (40 kWp).
-Beneficiarios: +120 vecinos/as, comercios locales y la escuela Escolabarri.
-Servicios ofrecidos: Oficina de Barrio (50+ consultas), acompañamiento técnico y jurídico, análisis de facturas energéticas (19), apoyo para el bono social de electricidad y ayudas públicas para rehabilitación energética, consejos de ahorro energético, organización de jornadas comunitarias (el Día de la Energía), así como píldoras formativas (30+ asistentes).
-Reducción de emisiones: ~10.259 kg CO₂/año.
-Impacto social: empoderamiento ciudadano, redes vecinales y cultura energética.
-Herramientas digitales: app para monitorizar consumos, comparar datos y medir impacto.
-Gobernanza: reuniones periódicas entre Ayuntamiento, asociación y socios tecnológicos.
-Replicabilidad: metodología abierta, co-gobernanza y documentación disponible.
-Escalabilidad: modelo piloto en 3 países, con apertura a nivel europeo para su adopción en otros barrios.
Cuantificación/Estimación reducción consumo
La comunidad energética está diseñada para reducir el consumo energético externo mediante autoconsumo colectivo, optimización de hábitos y digitalización. Se estima una reducción potencial de aproximadamente 30% en el consumo de red entre los hogares, comercios y la escuela adheridos, que están adaptando sus patrones de uso para maximizar el aprovechamiento solar. La app de monitorización permite visualizar consumos en tiempo real, detectar ineficiencias y fomentar decisiones informadas.
Además, el acompañamiento técnico y las píldoras formativas promueven cambios sostenibles en el comportamiento energético. La metodología desarrollada, basada en co-creación y co-gobernanza, se está pilotando en tres países y está pensada para aplicarse a procesos de regeneración urbana integrales, facilitando su escalabilidad y adaptación a otros contextos europeos.
Cuantificación/Estimación reducción emisiones CO2
La instalación solar de 40 kWp evita aproximadamente 10.259 kg de CO₂ al año. Este impacto equivale a plantar 513 árboles o dejar de recorrer 85.491 km en coche (dos vueltas al mundo). Además de la generación renovable, el proyecto promueve una reducción indirecta de emisiones gracias al cambio de hábitos impulsado por la formación, el asesoramiento y el uso de herramientas digitales.
La app permite visualizar el ahorro en emisiones en tiempo real, reforzando el compromiso ciudadano. A medida que más viviendas, comercios y centros educativos optimicen sus consumos, se espera una mejora progresiva del impacto climático. El modelo, escalable y abierto, permite multiplicar estos beneficios en otros barrios europeos.
Innovación aplicada y buenas prácticas
La instalación se definió tras un estudio solar del barrio, analizando todos los edificios para garantizar eficiencia y facilitar posibles ampliaciones en el futuro. Finalmente, se ubicó en la escuela local Eskolabarri, por ser la fachada más óptima y por su papel activo como agente educativo: el proyecto se usa como recurso didáctico para fomentar el aprendizaje sobre energías renovables.
También se han incorporado comercios locales, apoyando su permanencia en el barrio ante el riesgo de cierre, reforzando así el enfoque multiactor e intergeneracional del proyecto. La CEL surge de un proceso de co-creación iniciado en 2022 bajo el marco del proyecto Europeo drOp, donde los vecinos formularon una visión compartida para el barrio en 2035, priorizando la sostenibilidad. La Oficina de Barrio ha sido una buena práctica clave, facilitando reuniones, difusión, asesoramiento técnico y jurídico, y acompañando el proceso de forma cercana y accesible.
Uso de tecnologías (TICs)
Se ha desarrollado una solución analítica avanzada sobre Qlik Sense, que integra datos de consumo eléctrico de viviendas y comercios vía API de DATADIS, incluyendo autoconsumo, huella de carbono y ahorro económico. El sistema permite al Ayuntamiento dar de alta nuevas viviendas mediante un panel parametrizable, facilitando la escalabilidad. Las visualizaciones interactivas permiten analizar tendencias, fomentar el aprendizaje energético y apoyar la toma de decisiones.
Además, se ha creado un mapa solar de alta resolución del barrio, combinando datos geoespaciales, meteorológicos y catastrales, para identificar ubicaciones óptimas y planificar futuras instalaciones. La Oficina de Barrio complementa esta digitalización con atención presencial, y se han usado plataformas colaborativas digitales en el proceso de co-creación, garantizando inclusión, transparencia y replicabilidad.