- El plan ha sido aprobado definitivamente tras estudiar 244 alegaciones
- Se pondrán en marcha 30 medidas para reducir la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, y para cumplir la legislación europea y nacional en materia de calidad del aire
- El plan reducirá un 23 por ciento los niveles de NO2 en 2020
- Madrid tendrá un Área Central Cero Emisiones, con acceso a residentes, servicios y transporte público o vehículos cero emisiones, en junio de 2018
- Calles como Gran Vía, Alcalá o Atocha ganarán espacio para los peatones, bicicletas y transporte público
- La flota de la EMT será de bajas emisiones a finales de 2019 y contará con 73 vehículos eléctricos y una línea de inducción
- Madrid promoverá las energías renovables. En 2017 se incorporará energía solar en 45 instalaciones municipales
- El plan cuenta con una estrategia de adaptación del cambio climático
La Junta de Gobierno ha aprobado definitivamente el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, tras estudiar 244 alegaciones. El Plan A recoge 30 medidas enfocadas a conseguir una ciudad sostenible, que garantice la salud de la ciudadanía frente al reto de la contaminación atmosférica, reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero y fortalezca a la ciudad frente a los impactos del cambio climático. El pasado jueves 21 de septiembre, fue presentado por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.
Las 30 medidas del Plan A, que cuenta con un presupuesto de 543,9 millones de euros, se encuadran en cuatro ejes: movilidad sostenible, gestión urbana baja en emisiones, adaptación al cambio climático, y sensibilización ciudadana y colaboración con otras administraciones, y pueden consultarse en la web del Ayuntamiento.
El Plan A incorpora algunos cambios en su versión definitiva respecto al borrador inicial, aprobado en abril de 2017. Uno de los aspectos que se han modificado y que ha sido objeto de más alegaciones, es el de la distribución urbana de mercancías, en el que se ha modificado el calendario de acceso al Área Central Cero Emisiones para ampliar el necesario período de transformación de flotas.
También se le ha dado un enfoque más general y estratégico al apartado de Adaptación al Cambio Climático, de tal forma que se profundice en una respuesta integrada al reto de la adaptación, ahondando en el estudio de los impactos climáticos y desarrollando herramientas para su seguimiento. Además, se ha incorporado la reforestación de zonas colindantes con grandes infraestructuras viarias, como M-30 o vías de acceso a Madrid.
Por último, se ha incorporado una ampliación de la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos sobre la prevista inicialmente.
Efectos del plan
El plan se acompaña de un estudio de modelización de las emisiones elaborado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). El estudio determina que la principal fuente de contaminación para los contaminantes más relevantes, que son el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM2,5), con gran diferencia sobre las demás, es el tráfico de vehículos motorizados. Además, el 28 % del NO2 y el 53 % de PM 2.5 corresponden a contribución externa, es decir, de fuera del municipio de Madrid.
Según el estudio de la UPM, en 2020 la reducción de concentración de NO2 será del 23 por ciento respecto a 2012 (año del último inventario nacional de emisiones), mientras que las PM10 se reducirán un 8 por ciento; y las de PM2,5, un 9 por ciento.
El estudio concluye que el cumplimiento del Plan A supondrá un avance significativo en la reducción de los efectos negativos de la contaminación atmosférica y acercará a Madrid a los objetivos planteados en NO2. En cuanto a las partículas, Madrid cumplirá con margen la normativa y se aproximará a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Área Central Cero Emisiones, en junio
Entre estas medidas en las que ya se está trabajando, destaca la creación de un Área Central Cero Emisiones en junio de 2018, con un perímetro delimitado por Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, Bailén, Plaza de España, Princesa y Serrano Jover.
Los límites del nuevo ámbito contemplan las actuales APR y serán elementos continuos y estructurantes de la red viaria, de manera que conformen un perímetro fácilmente reconocible para los usuarios del automóvil. Esto evitará el acceso involuntario al área y hará posible una racionalización de los puntos de acceso y su control. En la configuración de la futura ACCE no habrá calles abiertas al tráfico, incluyendo la Gran Vía dentro de los mismos criterios de accesos que el resto del ámbito.
Al interior podrán acceder vehículos de residentes e invitados, propietarios de plazas de aparcamiento y usuarios de aparcamiento de uso público, servicios y transporte público, VTC, motos en horario diurno, vehículos cero emisiones, vehículos para personas con movilidad reducida, transporte colectivo y vehículos industriales, comerciales y de mercancías, con horario extendido para los menos contaminantes.
De manera global, esta medida eliminará el tráfico de paso e impulsará la regeneración del centro urbano mediante la implantación de un nuevo modelo de movilidad que priorice al peatón, a la bicicleta, al transporte público y en general a los vehículos menos contaminantes, mejorando la calidad de vida de residentes, facilitando sus desplazamientos y disminuyendo los niveles de contaminación acústica y atmosférica. Sus efectos, además de mejorar la calidad del aire de una de las zonas más contaminadas, también beneficiarán al resto de la ciudad con menos emisiones e impulsando un cambio de hábitos en la movilidad.
Dentro de la ACCE están previstas varias reformas de calles para favorecer la movilidad peatonal. Algunas de ellas ya están en marcha, como 11 calles en el barrio de Chueca; o en proyecto o redacción, como la remodelación de Gran Vía, calle Atocha y el efe formado por las calles Magdalena, Duque de Alba, San Millán, plaza de la Cebada, Puerta de Moros y carrera de San Francisco.
Espacio público
El plan A también contempla la remodelación de las calles de acceso al centro para promover un reparto más racional del espacio destinado a los diferentes modos de transporte. Para 2018, el Área de Desarrollo Urbano Sostenible ha proyectado la de la calle Alcalá, que dotará de más espacio a peatones, ciclistas y transporte público. Asimismo, están en marcha las áreas de regeneración urbana de Manoteras, Nicolás Aravechavaleta y polígonos A y C de Moratalaz.
El Área de Desarrollo Urbano Sostenible también reformará 11 plazas de los distritos y está trabajando en el itinerario de Miradores (Puente de Vallecas) y los itinerarios verdes que irán del río a Pradolongo (Usera) y el de San Isidro (Carabanchel).
Además, el Ayuntamiento ha creado 42 nuevos kilómetros de itinerarios ciclistas, a los que se irán sumando 30 nuevos cada año.
Flotas de bajas emisiones
El Ayuntamiento, además de favorecer los medios de transporte sostenible, también trabaja en la renovación tecnológica de algunas de las flotas más importantes de la ciudad. Así, a partir de 2018 todos los nuevos vehículos para taxis, excepto los eurotaxi, tendrán que ser CERO o ECO, según los distintivos ambientales de la DGT.
Por su parte, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) tiene un plan de renovación para que su flota sea de bajas emisiones a final de 2019. En el periodo 2016-2018 la EMT va a adquirir 689 autobuses y 18 minibuses, de los que 644 serán de GNC, 30 híbridos y 33 eléctricos (15 autobuses y 18 minibuses). En 2019, se prevé la compra de otros 250 autobuses, incrementando anualmente la presencia de flota eléctrica.
En 2020, la flota eléctrica de la EMT tendrá 73 vehículos. Los primeros modelos de tamaño estándar se incorporarán a principios de 2018. La estrategia de electrificación de la empresa pública también contempla la electrificación del Centro de Operaciones de la Elipa y, en 2017, la implantación de una línea de propulsión eléctrica.
Renovación del parque móvil y otras medidas
El Área de Medio Ambiente y Movilidad está realizando estudios para la ampliación del horario del SER en zonas saturadas en horario de ocio, así como la realización de pruebas piloto para implantar estacionamiento regulado, sin coste para los residentes, en zonas exteriores a la M-30.
A más largo plazo, en 2020, los vehículos sin distintivo ambiental no podrán aparcar en la zona SER (interior de la M-30) y a partir de 2025 se limitará su circulación por el término municipal. Estas medidas se han diseñado de forma progresiva para que la ciudad y sus habitantes puedan adaptarse al cambio hacia una movilidad sostenible.
Movilidad compartida
Otra de las medidas del Plan A es el fomento de la movilidad compartida en la ciudad, donde ya hay varias compañías de alquiler de coches y motos que utilizan vehículos eléctricos. Para contribuir a este nuevo paradigma en la forma de moverse, la EMT va a desarrollar una propuesta para la creación de una plataforma de integración de servicios de movilidad en la ciudad que pretende ofrecer información a los ciudadanos a través de una sola plataforma de toda la oferta de servicios existente a través de una aplicación móvil, que permitirá ver la mejores rutas combinando modos de desplazamiento y proceder a la contratación de los servicios.
El sistema público de bicicletas BiciMad contribuirá también a una movilidad sostenible con las futuras ampliaciones previstas, que comenzarán a finales de este año, con 468 bicicletas y unas 35-40 estaciones. En 2019, la red duplicará su número actual de bicicletas, hasta llegar a 4.000.
Reducción del consumo energético y apuesta por las renovables
El Plan A contempla la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para combatir el cambio climático, en los edificios e instalaciones municipales, que consumen a diario el equivalente a 50.000 hogares medios. Para ello, el Área de Economía y Hacienda ha elaborado un contrato de energía para edificios municipales a partir de 2018, que exige que toda la energía eléctrica sea de origen 100% renovable. Además, está aplicando medidas de eficiencia energética, que en 2016 supusieron una reducción del consumo del 3,8 por ciento.
Además, el Ayuntamiento va a realizar 45 instalaciones de placas solares en edificios municipales durante 2017, con un presupuesto de 4,1 millones de euros. En estos momentos los proyectos ya se encuentran prácticamente en su totalidad redactados e iniciada su tramitación, teniendo previsto iniciar su montaje en el mes de octubre de tal forma que se finalice la instalación de todos ellos en el presente año.
Para mejorar la eficiencia energética de los edificios residenciales, el Área de Desarrollo Urbano Sostenible ha puesto en marcha el plan MAD-RE en 17 distritos de la ciudad, con ayudas a la rehabilitación. En 2016 se acogieron 24.552 viviendas, lo que supone una reducción de 25 toneladas de CO2 cada año. En la convocatoria de 2017 ya se han recibido solicitudes para 800 viviendas.
Adaptación del cambio climático
El Ayuntamiento de Madrid también ha incluido una estrategia de adaptación, para hacer la ciudad más resiliente frente a los efectos climáticos. Dentro de esta estrategia destaca la instalación de una red de seguimiento de variables climáticas y la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza, como la renaturalización del Manzanares, cuyos trabajos ya han comenzado y la creación de itinerarios verdes o la rehabilitación de edificios. Además, a raíz de las alegaciones, la estrategia ‘Madrid + Natural’ también incorpora la reforestación de zonas aledañas a grandes infraestructuras viarias.
Colaboración con otras Administraciones
El Plan A también establece mecanismos de cooperación con las Administraciones, algo fundamental para reducir la contaminación, pues el 28% del NO2 y el 53% de PM 2.5 en Madrid son aportaciones externas a la ciudad. Por este motivo, la Medida 30 del Plan A recoge el establecimiento de instrumentos efectivos de colaboración entre diferentes administraciones para desarrollar medidas que consigan una fiscalidad que penalice los combustibles más contaminantes, la eliminación de barreras administrativas de acceso a energías renovables, la creación de carriles bus-VAO a la entrada de la ciudad, el establecimiento del carácter obligatorio del distintivo ambiental de la DGT, la puesta en marcha de una línea de ayudas para la adquisición de vehículos CERO o ECO, especialmente la distribución urbana de mercancías, o la aplicación de requisitos ambientales obligatorios para los vehículos de turismo con conductor (VTC).
Requerimiento de la UE
Madrid incumple la legislación europea y nacional de calidad del aire desde que entró en vigor en 2010, por superar los niveles de NO2. Por este motivo, tiene abierto un procedimiento de infracción. La respuesta del Ayuntamiento de Madrid es este Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, del que se está informando a la Comisión Europea y del que ya están aplicando medidas para conseguir cuanto antes una ciudad saludable.