La Industria 4.0 entendida como la transformación digital de los distintos procesos que componen el sector industrial, y que afectan a toda la cadena de valor tanto horizontal como vertical, está directamente relacionada con la aplicación sistemática de tecnologías TIC. Podemos decir que la aplicación de estas tecnologías ha promovido directamente el crecimiento exponencial de diversos sectores económicos y productivos. Tal es el caso de las telecomunicaciones, la administración electrónica, el E-commerce, el turismo, la biología de sistemas, la e-salud etc.
En este contexto de desarrollo de sectores mediante la aplicación de tecnología con una clara orientación al cliente no podía estar ajena la Industria que, como cualquier otro sector, con la globalización tiene sus grandes oportunidades y amenazas. Pero, ¿cuáles son las claves para que la Industria se desarrolle? Pues bien, si observamos las anteriores “revoluciones” hay muchos puntos en común pero podemos incidir en dos de ellos: la Innovación y la Productividad. La Innovación tiene que ver con la capacidad innata del ser humano de aplicar factores de producción para desarrollar nuevas propuestas que mejoren o produzcan crecimiento económico. Por su parte, la Productividad está relacionada con la mejora de procesos para generar mejores productos. Estos dos términos, desarrollados en un breve pero continuado espacio de tiempo, suponen el desarrollo de “revoluciones” como la que estamos viviendo actualmente.
Aprovechando las tecnologías que se han desarrollado en los últimos años, el sector de la Industria tiene una oportunidad para innovar y mejorar su productividad como un indicador de eficiencia relacionando los recursos y la producción. Por lo tanto, para mejorar esta eficiencia, la energía (entendida como uno de los grandes recursos que necesita la Industria) es un factor clave para el desarrollo de esta “revolución”. La eficiencia energética es un objetivo prioritario en la Industria 4.0 pero para mayor beneficio, las tecnologías implicadas son estratégicas para su desarrollo porque están contribuyendo a que sea una realidad.
En estas tecnologías implicadas podemos destacar las denominadas Tecnologías Habilitadoras que son aquellas que directamente pueden ser utilizadas por la Industria para la mejora de sus procesos y por ende la mejora de la eficiencia energética. Hablamos de las siguientes: Big Data e Inteligencia Artificial, Sistemas Ciberfísicos, Simulación y Realidad Virtual, Robótica y Sistemas Autónomos, Fabricación Aditiva, Ciberseguridad, Cloud Computing, Internet de las Cosas y otras tecnologías denominadas disruptivas que están apareciendo o aparecerán y que tendrán un impacto importante , como es el caso del Blockchain.
Si repasamos una a una vemos que todas ellas están relacionadas con la eficiencia energética y su aplicación sistematizada supone una ventaja competitiva para la Industria. Podemos ver como la Inteligencia Artificial y la gestión de todos los datos almacenados puede ayudar al desarrollo de patrones y actuadores para hacer un uso óptimo de la energía. La Simulación y la Realidad Virtual, por su parte, permiten disponer de sistemas en los que se modelen el uso energético para ver dónde, cuándo y cómo optimizarlo.
La Robótica abre nuevos caminos para que sin grandes inversiones los robots colaborativos hagan un uso racional de la energía que necesitan, a su vez, estos robots en el futuro tendrán su cerebro en la nube, es decir, se utilizará Cloud Computing para la mejora constante de la inteligencia y el control de decisiones. El Cloud Computing es un claro ejemplo de mejora energética porque permite concentrar y organizar de manera eficiente y óptima los recursos hardware y software en función de la energía consumida. El Internet de las Cosas ha traído la posibilidad de conectar y conocer la información que puede generar cualquier dispositivo, en tiempo real y a un coste económico muy reducido permitiendo hacer un uso eficiente de la energía consumida pero, a su vez, ser la infraestructura de base para poder recopilar información de todas las fuentes disponibles para introducir sistemas avanzados de monitorización, aprendizaje y supervisión.
Desde otra perspectiva, la aplicación y el uso correcto de tecnologías relacionadas con la Ciberseguridad permitirán una optimización de los recursos dedicados a la defensa y protección de los activos de la Industria. Por último, de entre las tecnologías disruptivas, podemos destacar como hemos comentado anteriormente, Blockchain que permitirá introducir, de manera eficiente, mecanismos descentralizados de transparencia y trazabilidad en el consumo de energía.