Se espera que el «Internet de las cosas» (IoT) cambie la forma de interactuar con el mundo que nos rodea. Las proyecciones sobre su impacto, tanto en Internet como en la economía son profundas: según un reciente informe de McKinsey Global Institute se espera que el impacto económico total podría ser de entre 3,9 billones de dólares y 11,1 billones de dólares para el año 2025*. Y una de las áreas clave en IoT es la del Connected Car o coche conectado.
En este contexto, Heike de la Horra, director comercial de TomTom Telematics para Iberia, ha realizado algunas declaraciones sobre la necesidad de ofrecer soluciones sencillas y asequibles a las empresas, con el fin de que puedan gestionar sus flotas de una forma eficiente para no quedarse estancados en el nuevo panorama económico digital.
“El coche conectado ofrece oportunidades clave para mejorar la experiencia de conducción en general, aumentar la eficiencia y ofrecer un mejor servicio para los propietarios de vehículos y conductores. Para las empresas, ya hay un gran número de aplicaciones para coches conectados: sobre todo en lo referente a la gestión de flotas, pero también para servicios de mensajería o de transporte frigorífico, seguros basados en el uso del coche y servicios especiales de concesionarios”, comenta el directivo. “Lo fundamental es la capacidad de utilizar el conocimiento obtenido de los datos del vehículo de una manera que sea a la vez relevante y fácil de entender, pero sobre todo que ayude a la toma de decisiones que generen impacto positivo sobre la cuenta de resultados”.
“Pero esta tecnología tenemos que hacerla accesible a todas las empresas, porque no solo aporta mejoras en productividad, optimización de procesos y reducción de costes, sino que ayuda a mejorar la seguridad en la conducción y el medio ambiente. Es, por tanto, imprescindible que los fabricantes aportemos soluciones sencillas y asequibles para que todas las empresas que cuenten con vehículos, puedan conectarlos e implementar tecnología de gestión de flotas”.