La organización está llevando a cabo el estudio para el UK Department for Business, Innovation and Skills (BIS) para formular una estrategia de normalización de las ciudades inteligentes que ayudan a hacer realidad la visión en Reino Unido de las ciudades del futuro.
BSI está evaluando cuál es el mejor código de práctica y estándares para las tecnologías inteligentes que podrían traer beneficios sustanciales a servicios como la sanidad, transporte, servicios públicos y gestión de residuos mediante la integración de datos de los sensores en todo el entorno urbano. Como las ciudades se enfrentan una creciente presión sobre los recursos que llevan a sus economías, las soluciones inteligentes tienen el potencial de revolucionar la eficiencia y la sostenibilidad de las comunidades urbanas.
El concepto de Smart City en la siguiente etapa en el proceso de urbanización es una prioridad en la agenda política, tanto en el Reino Unido y en toda la UE. Las ciudades inteligentes se basan en una tecnología de la información y la comunicación (TIC) y su integración con los servicios que una ciudad ofrece. La información meteorológica se podría combinar con sensores de tráfico para anticipar la congestión y mantener el tráfico en movimiento. Las fugas en las redes de agua se detectarían de forma automática, las estaciones de bombeo se adaptarían con flexibilidad a los patrones de uso con los medidores inteligentes, lo cual reduciría el consumo de energía y los costes para el consumidor.
Esta consulta a BSI en materia de normas sobre las Smart Cities coincide con la reelección de Boris Johnson, cuya última visión del London City Hall es construir una ciudad inteligente impulsada por la comunicación digital en una plataforma de sostenibilidad ecológica, siendo líderes mundiales en innovación y movilidad.
El estudio de BSI para articular las normas estratégicas refuerza la capacidad única de la compañía para trabajar con los gobiernos y las organizaciones para ayudarles a innovar, impulsar el rendimiento y gestionar el riesgo. BSI equipa el mundo pensando en las instituciones más vanguardistas con normas de buenas prácticas para ayudar a desarrollar todo su potencial, teniendo en cuenta de que la visión de Smart Cities requerirá un marco similar para ayudar a entregar la mejor infraestructura y soluciones de tecnología para el mundo moderno.
El Dr. Scott Steedman, Director de Normas de BSI explicó: "Reconocer que el conocimiento y las normas pueden establecer los principios por los que una Smart City trabaja y las tecnologías que la impulsan es un primer paso esencial.”"Para trabajar en ciudades inteligentes, la infraestructura de la ciudad y canales de prestación de servicios se necesita apoyar los objetivos de los planificadores de la ciudad a través de desempeño ambiental, la salud y la promoción del crecimiento sostenible."Las ciudades inteligentes no son sólo mejores edificios e infraestructuras, son sensibles a lo que sucede en el entorno urbano y ayudan a las personas o los sistemas a adoptar las medidas oportunas.
"Las ciudades inteligentes serán lugares emocionantes para vivir: productivas, exitosas y estimulantes para todos los que entran en contacto con ellas, utilizando la tecnología para intercambiar información, analizar problemas y ofrecer mejores soluciones.”"Puede ser la congestión del tráfico, la delincuencia, la movilidad o incluso el tiempo lo que impide que una ciudad alcance su pleno potencial, pero sea lo que sea, las soluciones inteligentes ayudarán a reunir a las personas, tecnologías e información para un mejor resultado."
Como BSI ayuda a dar forma a la estrategia está también recibiendo los inputs de los gobiernos y las autoridades locales para la adquisición de la tecnología de Smart City; investigadores, reguladores y grupos de consumidores que representan los desarrollos utilizando la Smart City, así como fabricantes y proveedores de servicios que ofrecen soluciones inteligentes para la ciudad.La estrategia, que identificará las necesidades y preocupaciones de las partes interesadas y explorará las normas, podría facilitar la adopción más amplia del concepto de ciudades inteligentes, mirando lo que las ciudades están tratando de lograr, lo que hay que hacer para ayudar a proporcionar servicios a las ciudades inteligentes y cómo las preocupaciones de los usuarios acerca de temas como la privacidad y fiabilidad pueden ser controladas.
