El nuevo panorama energético está contribuyendo a la aparición de nuevos desafíos en la red eléctrica. Ante este nuevo paradigma es necesario desplegar nuevas funcionalidades a través de la tecnología actual. Esto permitirá potenciar una red de distribución eléctrica más inteligente, aumentando su respuesta dinámica, en la que sea una realidad la flexibilidad en la propia red y en el lado de la demanda dando pie a la entrada de la figura del prosumidor a través del cual se aumentará la eficiencia con soluciones tecnológicas como la microgrid.