Los sensores instalados a lo largo de la nueva autopista en Dallas transmitirán información continua sobre las condiciones de tránsito, brindando información en tiempo real sobre el tráfico, las condiciones meteorológicas o el nivel de congestión, y los peajes. Cada cinco minutos esa información se irá actualizando, por lo que los precios de los peajes variarán, adaptándose en cada momento a las condiciones en el corredor, mejorando el flujo de tráfico.
Según se conoció, la totalidad de la obra implicó la construcción de una superficie de estructura de hormigón equivalente a 120 campos de fútbol, de pavimento de rodadura equivalente a 280 campos y se ha excavado un volumen cercano a los 7 millones de metros cúbicos. Se han utilizado unos 100 kilómetros de pilotes, 330 kilómetros de vigas prefabricadas y se han levantado 320.000 metros cuadrados de muros de diferente tipología. Los 9 carriles por sentido que tiene la autopista han supuesto la construcción de más de 350 kilómetros de carril, llegando una sección de la autopista a los 28 carriles.
A partir de ahora, los conductores podrán elegir entre los carriles gratuitos o los nuevos carriles pagando un peaje, que fluctuará a lo largo del día, en función de las condiciones del tráfico en el corredor.
