¿Cuál es la clave para un desarrollo urbano sostenible?
Los expertos prevén un crecimiento exponencial en las zonas urbanas, tanto en extensión como en población. Se espera que, para 2050, unos 7.000 millones de personas (aproximadamente un 70% de la población mundial) vivirán en zonas metropolitanas.
Esta migración y crecimiento de las zonas urbanas no será posible sin una red de transporte y de servicios que ofrezca calidad de vida a sus numerosos habitantes y que permita un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Por lo tanto, es necesaria la construcción de infraestructuras de todo tipo: vías de ferrocarril, carreteras y autopistas, aeropuertos, redes eléctricas, canalización de agua y alcantarillado, etc.
Migraciones urbanas: un crecimiento desigual
Para permitir la movilidad de personas y mercancías entre las distintas zonas metropolitanas, se calcula que el crecimiento de las zonas urbanas en todo el mundo hasta el año 2050 hará necesaria la construcción de 153 km de ferrocarril, 60 aeropuertos y 3.169 km de carreteras y autopistas, por día. Además de 17.436 km de red eléctrica y 32.034 km de agua y alcantarillado.
Obviamente, el crecimiento no será homogéneo en todo el mundo. Zonas como China e India, con una gran parte de su población en zonas rurales, sufrirán un mayor número de migraciones hacia las zonas metropolitanas. Por este motivo, la mayor parte de estas infraestructuras necesarias se ubicarán en países con con muchas regiones todavía en vías de desarrollo y con infraestructuras hoy en día limitadas e insuficientes. En estos casos, será imprescindible la ampliación y creación de nuevos sistemas de suministros de agua, alcantarillado y electricidad.
Estos datos dejan entrever las magníficas oportunidades de negocio, crecimiento y aumento de la rentabilidad que se le abren al sector de la construcción (AEC) en los próximos años.
El gran reto para el sector AEC: adaptar el desarrollo urbano con los criterios de sostenibilidad
A causa de los grandes flujos migratorios que se esperan en los próximos años, el sector de la Arquitectura, Ingeniería y Construcción (AEC) tendrá que asumir el reto que se le presenta. El gran volumen de infraestructuras que se necesitan puede agravar todavía más la situación de emergencia climática y medio ambiental que vive el planeta desde hace ya varias décadas: calentamiento global, efecto invernadero, agotamiento de los recursos… y el sector debe estar preparado para trabajar de una manera responsable.
Los sectores implicados en la construcción no tienen que tener en cuenta únicamente el gran número de infraestructuras a construir en un intervalo relativamente corto de tiempo, sino que deben plantearse también cómo hacerlo para generar el mínimo impacto.
Uno de los factores en los que las empresas deben centrarse es cómo dar un mayor protagonismo a las energías renovables en el suministro eléctrico, aumentando el desarrollo y el número de instalaciones solares y eólicas. También deben focalizar sus esfuerzos en cómo utilizar materiales que sean respetuosos con el medio ambiente y, en la medida de lo posible, biodegradables.
La rentabilidad es un criterio que no puede quedar en el olvido para asumir un reto como este. Para ello, los arquitectos e ingenieros deben potenciar la eficiencia y la productividad con herramientas y técnicas avanzadas como BIM (Building Information Modeling) que proporciona construcción modular, diseño generativo y robótica.
Como conclusión, pensar en el reto que nos espera por delante no es tarea fácil y serán las empresas de la construcción las que tengan que redoblar esfuerzos en el futuro más próximo para ser capaz de construir las infraestructuras adecuadas, contando con criterios de planificación urbanística inteligente, tecnología avanzada y un alto compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible.
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