España, uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, por número de visitantes e ingresos por turismo, espera recuperar la normalidad a finales del año 2022. Una normalidad que debe de huir del hasta ahora obsoleto y falto de reposicionamiento modelo turístico vigente. El destino turístico de España pide transformaciones competitivas rotundas, ante grandes retos como son la desigualdad, el impacto ambiental y social de esta actividad económica, o la digitalización. Transformar destinos tradicionales en destinos turísticos inteligentes supone invertir en destinos innovadores y en infraestructura tecnológica de vanguardia, para garantizar la sostenibilidad y accesibilidad del visitante y la mejora de la calidad de vida del residente