El conseller de Economía y Competitividad del Govern balear, Joaquín García, ha anunciado hoy en Menorca que el ejecutivo autonómico ultima un convenio con el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía) para instalar 2.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos en Baleares, y diez de recarga rápida.García ha avanzado que, una vez firmado este convenio, prevé que la próxima temporada turística ya estén operativos todos estos puntos de recarga, cuya distribución se hará de manera proporcional a cada isla.
El conseller ha dado a conocer esta iniciativa en el Consell de Menorca tras la firma de un acuerdo con los ocho ayuntamientos menorquines para implantar y gestionar el distintivo autonómico de vehículo eléctrico en la isla. Han participado el vicepresidente del Govern y conseller Presidencia, Antonio Gómez, quien también ha firmado los convenios; el presidente del Consell de Menorca, Santiago Tadeo, y el conseller de Economía y Medio Ambiente de Menorca, Fernando Villalionga.
Con estos acuerdos, los ayuntamientos de Menorca impulsarán medidas en cada municipio para incentivar la utilización del vehículo eléctrico, consistentes en incentivos fiscales, ORA verde, recarga gratuita, y habilitaciones especiales para las zonas de carga y descarga. Se aplicarán mediante las ordenanzas municipales pero coordinadas en el ámbito autonómico.Es preciso usar el distintivo autonómico del vehículo eléctrico, denominado MELIB, para acceder a estas facilidades.En Menorca será implantado en los ocho municipios de la isla: Alaior, Ciutadella, Es Castell, Ferreries, Maó, Es Migjorn Gran, Es Mercadal y Sant Lluís.
Hasta hoy sólo los ayuntamientos mallorquines de Palma, Calvià y Llucmajor han firmado estos convenios. En la actualidad hay en Baleares 81 vehículos con el distintivo MELIB.El conseller Joaquín García ha explicado que el Consell de Govern de la Comunidad Autónoma acordó, en abril del 2010, impulsar la implantación del coche eléctrico en Baleares y promover un plan para hacerlo efectivo.
Este plan definió la capacidad de la red eléctrica, los puntos de carga, la repercusión de los gastos de gestión de los sistemas en los usuarios, así como el desarrollo de medidas compensatorias.Uno de los principales objetivos del Govern con la introducción del coche eléctrico consiste en reducir las emisiones de CO2 del sector y que la electricidad sea, al máximo posible, de origen renovable.»También se pretende -ha aseverado el conseller García- que sea compatible con las políticas de movilidad sostenible y se minimicen los impactos ambientales derivados».
