La sociedad digital ha tomado el relevo como impulsor de las tecnologías de la información. Hoy ya la gran mayoría de los ciudadanos usan Internet de una manera directa o indirecta, y en el caso de la generación Y (nacidos entre 1982 y 1995), que ya ha crecido y se ha incorporado al mundo laboral, esta imbricación llega a ser casi completa: el 90% usa habitualmente Internet, el 60% no se imagina la vida sin ella y casi la mitad pasa, por lo menos, 20 horas a la semana “conectado”. Esta generación de profesionales aporta “de serie” un uso natural de la tecnología y no concibe que el mundo profesional no esté a la altura de sus expectativas como persona nativa digital. Nace el concepto de “Empleado 3.0”.
Ahora es el turno de que las empresas, donde la tecnología lleva más tiempo operando, comprendan los parámetros que mueven a este nuevo empleado, tanto a la hora de capturar nuevo talento, de motivarle y, por ende, de conseguir maximizar su productividad y eficiencia. A su vez la empresa deberá plantearse como evolucionar, apoyándose en este “empleado 3.0”, para convertirse en una empresa 3.0.
Conceptos como consumerización, trabajo flexible (de horario y localización), herramientas colaborativas, sistemas de comunicación instantánea y el uso de redes sociales obligan a trabajar más que nunca de manera conjunta a la dirección con su departamento de IT, buscando los compromisos que permitan maximizar una forma de uso digital extendida entre la sociedad.
Director de Innovación de Intel Iberia.
