Entrevista
27 mayo 2022

Entrevista a Anna Baldrís Iñigo, Business Development Manager Iberia – Fujifilm Recording Media

La era del zettabyte está en pleno apogeo generando una demanda de capacidad sin precedentes a medida que muchas empresas se acercan a los requisitos de cómputo y almacenamiento a exaescala. La creciente demanda de servicios de las TI ha impulsado el consumo de energía, las emisiones de carbono y la necesidad de controlar el impacto medioambiental de los centros de datos. Convirtiéndose, este último punto, en el reto central para toda la industria de las TI, para lograr cero emisiones netas al final de esta década.

¿Cuáles son los grandes retos de los centros de datos corporativos? ¿Y qué papel desempeña la tecnología de cinta en estos entornos?

Ante el imparable crecimiento de datos actual impulsado por nuevas e innovadoras tecnologías e iniciativas empresariales, como la automatización de las TI, el IoT, el 5G y el big data, entre otros, los principales desafíos a los que deberán hacer frente los centros de datos están relacionados con la escalabilidad y flexibilidad de sus soluciones, el nivel de seguridad que ofrecen, su eficiencia energética y su capacidad en reducir costes.

Los centros de datos modernos consumen entre el 1% y el 2% de la producción mundial de energía, un porcentaje que seguirá creciendo con la introducción de nuevas aplicaciones. Tan solo el proceso de minería de computación de Bitcoin utiliza alrededor de 91 tera vatios hora de electricidad anualmente, más que Finlandia, una nación de unos 5,5 millones de personas. Si trasladamos estas cifras a España, el consumo energético agregado de los centros de datos es mayor que el consumo energético de Valencia, la tercera ciudad por número de habitantes.

De cara al futuro, ante el cambio climático global, la necesidad de cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible marcados por Naciones Unidas y el Pacto Verde Europeo, el valor creciente de la cinta, como soporte ecológico de almacenamiento de datos, será aún más convincente. Además de reducir las emisiones de carbono, la tecnología de cinta desempeña un papel fundamental en la reducción costes del centro de datos, al lograr absorber grandes capacidades en un espacio muy reducido gracias a las altas densidades de grabación, poder conservar datos inactivos durante varias décadas sin consumir electricidad, generando un importante ahorro económico, al tiempo que ofrece un nivel adicional de protección de datos contra la ciberdelincuencia, al tratarse de un sistema de almacenamiento que queda totalmente desacoplado de la red durante el archivo de datos.

¿Cuál es la influencia de los hiperescalares en las arquitecturas modernas de los centros de datos?

Muchas grandes empresas y centros de datos están experimentando los mismos retos que los centros de datos hiperescalares (HSDC), incluida la necesidad de escalar sus entornos manteniendo los costes bajos. La misma estrategia utilizada por los HSDC para controlar los costes y el almacenamiento por niveles se utiliza en estos entornos. La cinta se está convirtiendo en una parte integral y creciente de la estrategia de control de costes y disponibilidad de datos. Esto es válido tanto para los centros de datos “on-premise”, ubicados en la propia empresa, como para los de los principales proveedores de servicios en la nube.

Las unidades de disco duro han desempeñado un papel importante en el aumento de la capacidad y a ellas se han unido las unidades de estado sólido (SSD) flash, pero la magnitud de los requisitos y los costes del almacenamiento a hiperescala están haciendo que se preste más atención a la economía de escala. Los HSDC están aprovechando las tecnologías de cinta para gestionar sus retos de crecimiento, retención y disponibilidad de los datos almacenados.

Para la gran cantidad de datos que gestionan los HSDC, diversos estudios del sector relevan que la mayor parte de ellos, entre un 60% y un 85% de los datos almacenados, son datos de acceso poco frecuente, considerados fríos, pero que deben conservarse durante extensos periodos de tiempo para cumplir con las leyes y normativas vigentes del sector, políticas internas o futuras auditorias. Conservar esta cantidad y tipo de datos en disco tiene un coste prohibitivo mientras que la cinta puede ser el medio óptimo para almacenarlos. Si el 60% de este volumen de datos se trasladara a cinta, se estima que las emisiones de CO2 podrían reducirse en 72 millones de toneladas en solo diez años.

Las actuales soluciones de almacenamiento en cinta con densidades de grabación de 20TB nativos por cinta y el último récord de grabación en cinta alcanzado por IBM y Fujifilm, líderes del desarrollo de esta tecnología, de 580TB nativos en un único cartucho de datos, permitirán a los HSDC alcanzar sus objetivos empresariales al poder absorber grandes capacidades de archivo en soluciones mucho más compactas, proporcionando la máxima seguridad para los datos críticos, una fácil escalabilidad y el menor coste de almacenamiento por GB del mercado. Beneficiándose, además, de la gran fiabilidad, altos rendimientos y seguridad que brinda la cinta, al ofrecer la única protección real contra ransomware o cualquier otro tipo de ciberataques y desastres.

Se espera que estas ventajas sean cada vez más valiosas para los HSDC y otras organizaciones que se enfrentan a los retos de un crecimiento y un volumen de datos cada vez mayores. Para cualquier centro de datos a gran escala, añadir cinta es estratégico.

¿Qué casos de uso estratégicos de la cinta se están dando en la actualidad?

Tal como detalla el whitepaper de ESG sobre cómo la tecnología de cinta aporta valor a las empresas modernas impulsadas por los datos, a medida que aumentan los volúmenes de datos, la copia de seguridad en cinta se vuelve más convincente porque ofrece la posibilidad de almacenar datos a largo plazo de forma rentable, segura y sostenible.

Además, cuando los datos deben conservarse durante extensos periodos de tiempo para cumplir con las leyes, normativas y políticas vigentes, el formato amovible de las cintas permite que estas puedan trasladarse fácilmente fuera de las instalaciones a medida que los datos envejecen.

Otra ventaja clave de las cintas es la ciberseguridad. La epidemia de ciberdelincuencia se ha convertido en un problema importante para muchas organizaciones de todos los tamaños. La cinta puede desempeñar un papel clave en la prevención de la ciberdelincuencia y ofrece capacidades de cifrado y WORM (Write Once Read Many), proporcionando un medio de almacenamiento seguro para el cumplimiento de la normativa legal y la protección de archivos críticos. La cinta ha cobrado impulso, ya que proporciona una copia de datos desconectada de la red que impide el acceso no autorizado de los ciberdelincuentes. Todo lo contrario de los sistemas de almacenamiento de datos basados en disco duro o flash que permanecen conectados continuamente (7×24) siendo, por tanto, muy vulnerables a un ciberataque.

Actualmente la cinta está desempeñando un papel aún mayor con la integración de datos no estructurados en modelos de autoservicio con la gestión inteligente del ciclo de vida de los datos.  En este caso de uso, el software de gestión inteligente de datos mueve automáticamente los datos de los niveles de almacenamiento más caros a niveles de almacenamiento más económicos en función de las políticas definidas por el usuario. Se trata de aplicar un archivo activo que almacena los datos adecuados, en el soporte adecuado, en el momento adecuado, al coste adecuado.

Los propios centros de datos a hiperescala utilizan ahora enfoques como AWS Snowball y Glacier para mover datos hacia y desde la cinta en la nube. Vemos una tendencia en la que los HSDC están utilizando cinta en la nube, ofreciendo soluciones de almacenamiento híbridas que combinan cinta, HDD y SSD. Hay lecciones que aprender de las prácticas desarrolladas por los centros de datos a hiperescala en lo que respecta a la reducción de costes, la escalabilidad e incluso el impacto medioambiental.

¿Qué iniciativas están impulsando desde su organización en este ámbito?

Ante el aumento de la demanda del almacenamiento de objetos, por la flexibilidad que permite este tipo de almacenamiento de datos no estructurados, Fujifilm ha desarrollado un software de archivo que combina la arquitectura nativa S3 de la nube con la tecnología de cinta para que los usuarios que utilizan este tipo de soluciones puedan beneficiarse de las grandes ventajas que aporta la tecnología de cinta para almacenar los datos durante varias décadas de forma rentable, segura y sostenible.

Logrando resolver, además, las cuatro principales frustraciones planteadas por los usuarios del sector de las TI en relación a la interoperabilidad entre dispositivos, la escalabilidad de la solución de almacenamiento, la reducción de los tiempos de archivado y la facilidad de salida del contrato, gracias al nuevo formato de código abierto desarrollado por Fujifilm, el OTFormat, que aporta grandes beneficios al almacenamiento de objetos en cinta.

El software Object Archive de Fujifilm permite reducir los costes de archivo y aumentar la protección de los datos almacenados liberando espacio de almacenamiento en disco, al desbordar los datos inactivos almacenados en disco a un sistema de almacenamiento mucho más rentable y seguro como la cinta,  para hacer frente a cualquier amenaza provocada por malware o cualquier otro tipo de ciberataque y desastre natural.   Logrando reducir, además, la huella ecológica del centro de datos gracias a que el consumo energético de las soluciones de almacenamiento en cinta y las emisiones de CO2 generadas a la atmosfera son 87% inferiores a las de soluciones equivalentes basadas en disco.

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Anna Baldrís
Fujifilm Recording Media Iberia
Business Development Manager