¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?
La descarbonización de las fuentes de producción de energía y las redes eléctricas son los principales habilitadores del sistema energético del futuro y fundamentales para hacer realidad la transición energética. La conexión de la generación a las redes es indispensable para que los consumidores puedan hacer uso de una energía limpia. Una red moderna, digitalizada y resiliente garantiza más energía verde y permite el cambio a un transporte y una climatización más sostenibles. Un informe reciente publicado por la AIE (Agencia Internacional de la Energía) muestra que las inversiones en redes deben duplicarse para 2030 y duplicarse de nuevo para 2050 para descarbonizar la economía. En otras palabras, según este informe de la AIE, la proporción entre las inversiones en redes y las inversiones en renovables debería ser cercana a 1:1.
¿A qué retos se enfrenta el sector eléctrico?
El principal reto al que nos enfrentamos hoy en día es la transición energética. Este reto afecta tanto a la generación como a la demanda.
- Desde el punto de vista de la generación, las redes tienen que estar preparadas para integrar una generación más atomizada con centrales eléctricas más intermitentes.
- Desde el punto de vista de la demanda, las redes deben integrar vehículos eléctricos, bombas de calor, prosumidores, mercados flexibles…
Estos requisitos, junto con unas expectativas de calidad de suministro cada vez más exigentes y fenómenos meteorológicos de intensidad creciente que afectan a nuestros activos, hacen que la gestión y el funcionamiento de las redes sean técnicamente más complejos.
Para hacer frente a este reto, los reguladores deben proporcionar un marco regulatorio que facilite la ejecución de las inversiones con suficiente antelación y proporcione rendimientos previsibles y atractivos.
¿Considera que ha mejorado la posición competitiva de su organización con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Necesitamos redes más inteligentes, más allá de los contadores inteligentes, ya que estamos avanzando hacia un modelo DSO y gestionando flujos bidireccionales, con clientes tanto consumidores como generadores. Iberdrola tiene muchos proyectos de innovación en este campo, como por ejemplo un esquema para adaptar activamente la tensión de los transformadores en función del flujo de generación y consumo local. Estamos avanzando hacia un modelo en el que las conexiones para los generadores serán flexibles en lugar de fijas, en el que los clientes pueden cambiar y gestionar activamente su conexión, y permitir que esa capacidad sobrante sea utilizada por otra persona. En cuanto a las operaciones, contamos con tecnología y digitalización en nuestras redes que nos permiten responder con eficacia a las grandes tormentas. Somos capaces de revisar instalaciones a las que el acceso con vehículos o a pie no es posible, diagnosticando los problemas de forma ágil y poniendo en marcha las estrategias de reposición más adecuadas para restaurar el servicio lo antes posible. El temporal Filomena de 2021 provocó el bloqueo de ciudades, pueblos y carreteras a causa de la nieve; gracias a la inteligencia de nuestros sistemas, pudimos restablecer el suministro eléctrico al 70% de los clientes afectados en 30 minutos, minimizando además los riesgos para nuestros empleados y colaboradores.
¿De qué manera ayudan las redes inteligentes a la economía y al medio ambiente en Europa?
Las redes inteligentes tienen un efecto muy importante en la calidad del servicio, la experiencia del cliente, la reducción de pérdidas y congestiones, la adecuada integración de las energías renovables y el almacenamiento, contribuyendo en todos estos casos a la descarbonización y la eficiencia. Además, cabe destacar el fuerte efecto tractor que el despliegue de las redes inteligentes ejerce sobre la economía. El hecho de ser una actividad intensiva en capital en todo el territorio permite estimular el desarrollo de proveedores locales y contribuir a la industrialización de la economía. Las competencias digitales requeridas para afrontar los retos en la gestión de las redes impulsan la creación de puestos de trabajo cualificados en todo el territorio en el que estamos presentes. El desarrollo de las redes viene impulsado por grandes dosis de innovación, investigación y desarrollo, generando un efecto cascada sobre las zonas donde se localiza esta actividad. Sirva como ejemplo la creación hace dos años del Global Smart Grids Innovation Hub en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia, un centro de innovación de referencia ubicado en Bilbao y conectado internacionalmente, en el que participan empresas colaboradoras, start-ups, centros tecnológicos y universidades, creando un ecosistema de innovación que nos permita construir la red digitalizada del futuro.
¿Cómo sirven las redes inteligentes como solución para garantizar la fiabilidad y la eficiencia del suministro eléctrico?
Las redes inteligentes tienen un enorme impacto en la calidad del servicio. Los sensores instalados en una red de este tipo hacen posible la detección precoz de incidencias. Los sistemas de control interpretan los datos recibidos de los sensores basándose en el modelo de red del Sistema de Información Geográfica (GIS), analizan la situación y generan una solución óptima que minimiza las interrupciones del servicio y el consiguiente impacto indeseado en los nuestros clientes.
Gracias a las comunicaciones con los dispositivos de maniobra de toda la red, la operación se ejecuta automáticamente. En muchos casos, la reconfiguración de la red puede abordarse a distancia. Incluso cuando es necesaria una intervención local de restablecimiento, las redes inteligentes también son útiles, ya que permiten aislar automáticamente la zona afectada y señalar con precisión la tarea y el lugar de la operación.
Como resultado, el tiempo de restablecimiento se reduce drásticamente, al igual que el número de clientes afectados. Esto también nos ayuda a operar con seguridad, que es un valor primordial en nuestra gestión, protegiendo a nuestros equipos en campo.
Los contadores inteligentes y su conectividad nos han permitido poner a disposición de nuestros clientes sus datos de consumo, permitiéndoles tomar decisiones informadas, así como disponer de información en tiempo real sobre interrupciones que pudieran afectarles y el tiempo estimado de reposición. Desarrollamos nuestras aplicaciones buscando la satisfacción de un cliente que cada vez es más exigente y demanda una experiencia de calidad en su relación con Iberdrola.
Continuamos trabajando para dotar de una inteligencia creciente a esas redes, apoyando las fuentes de generación renovable, empoderando a nuestros clientes en su toma de decisiones, facilitando el autoconsumo, la implantación del vehículo eléctrico y las soluciones de climatización sostenibles como la bomba de calor, y construyendo una red que se comporte de forma firme y flexible para asegurar la mejor calidad de suministro a los 11 millones de clientes en España conectados a nuestras redes.