¿Qué papel juega la tecnología en conseguir instituciones / ciudades / industrias / centros de datos más eficientes energéticamente hablando?
Hemos puesto la tecnología al servicio de la eficiencia energética. Usamos técnicas cada vez más eficientes. Nuestros motores crecen en potencia y bajan en emisiones; o se producen combustibles sintéticos muy limpios en comparación con sus hidrocarburos equivalentes.
Paralelamente disponemos de la tecnología para predecir el comportamiento de ciudades e industria lo que nos da muchas pistas de cómo optimizar sus necesidades energéticas. Los modelos predictivos orientan las inversiones públicas y privadas que mueven la transición energética. Y todo esto no podría realizarse sin la TECNOLOGÍA DEL DATO.
¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?
El tiempo apremia. Bien sea por el cambio climático, presión social o responsabilidad corporativa, las empresas desarrollan sus planes ESG y establecen compromisos de descarbonización.
Rolls-Royce ya ha emprendido el camino #NETZERO
Transitamos hoy hacia nuevos motores y celdas de hidrógeno, siendo un fabricante tradicional de motores diésel. Así mismo, Las energéticas tradicionales están comprometidas a liderar la transición, por responsabilidad, estrategia, o simple interés comercial.
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Nuestros clientes apuestan e invierten en eficiencia energética.
En la industria naval se instalan hoy propulsiones hibridas (diésel eléctricas) y apuesta por combustibles limpios como metanol.
Los Centros de Datos optimizan la refrigeración, aprovechan el calor residual mediante el “district Heating”, fomentan plantas de fotovoltaicas para abastecerse y buscan energía de emergencia más limpia como las SAIS Dinámicas o hidrógeno.
Y en aeronáutica se está produciendo una auténtica revolución, con aeroplanos eléctricos para desplazamientos cortos y propulsiones, con hidrógeno o combustibles basados en hidrógeno verde, en grandes aviones comerciales.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
El plan ESG de Rolls Royce contiene compromisos que culmina en 2050 cuándo todos nuestros productos funcionen sin producir emisiones. Ni en su proceso productivo, ni en su propio funcionamiento.
Con datos de perfiles de trabajo, y estadísticas de fallos, hacemos motores que consumen menos. Y con los datos de tendencias y comportamiento de mercados y clientes, realizamos nuestras inversiones.
La implantación de energías renovables desencadena ahora la tendencia del aprovechamiento de los excedentes energéticos, en sistemas de almacenamiento o la producción de hidrógeno verde.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Estamos cerca de la sintonía entre industria, inversión para cimentar una industria energética estratégica. Nos percibimos como entorno privilegiado para ser un proveedor de energía estratégico.
Pero la demanda de energía sigue creciendo en la industria, los hogares. Algunos sectores con alta demanda, como los centros de datos. Pero seguimos siendo un país centralizado, lo cual es un reto para la red y las empresas energéticas que dan el servicio.