1. ¿Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas del sector? ¿Deberían plantearse un Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética? ¿Cuál debe ser la contribución de la tecnología a este Plan?
Por supuesto que sí, y desde dos puntos de vista. Del puramente económico dentro de la propia empresa o institución ya que estamos hablando de reducir el consumo y por lo tanto del coste operativo de nuestras infraestructuras. Y desde un segundo punto de vista que es el bien común. En un mundo con un aumento de la industria y de las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera, mirar en ser cada día más responsables y sostenibles, mejorar nuestro entorno y garantizar un futuro mejor a nuestros hijos, debería ser prioritario. Creo además, que siendo un objetivo de mejora a nivel particular en nuestro negocio, deberían existir planes de acción que impulsen estos cambios, sin que el mayor reto de la inversión, paralice la puesta en marcha de acciones concretas. Para ello deben impulsarse planes de renovación motivados por la mejora de la eficiencia energética que proporciona la incorporación de nuevas tecnologías. En este sentido, en el caso particular de nuestro sector de los Data Center, existen esas tecnologías que permiten grandes ahorros energéticos, pero con una inversión previa de cambio de equipos obsoletos. Esto no se está haciendo con la celeridad que debería.
2. ¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Cada uno habla por su experiencia y en este sentido, la nuestra no es todo lo positiva que nos gustaría. Hoy en día, ser más eficiente supone mayor inversión, pero sabemos que se traduce en una reducción del gasto. El retorno de la inversión es, en la mayoría de los casos en menos de tres años, dependerá de cada instalación. Y aunque esto se explica y se pone sobre la mesa con datos concretos, no es la prioridad a la hora de abordar proyectos. En muchos casos el condicionante es el económico cortoplacista, “no tengo inversión para hacer lo que me dices, aunque me gustaría”. Para ello veo fundamental involucrar en estas decisiones a la dirección general de la empresa y a la dirección financiera, qué en la mayoría de las ocasiones, están desconectados de las necesidades tecnológicas. Parece que estamos siempre con el mismo discurso “si esto funciona, para que lo vas a cambiar”, pues es fácil, porque hay que evolucionar y mejorar para crecer.
3. ¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial?
El sector que me ocupa del Data Center se enfrenta a varios cambios. Por un lado, el que deben realizar los fabricantes del hardware, para ir mejorando en sistemas cada día más eficientes energéticamente. Pero esto no depende hoy del usuario final. El otro gran reto es el de la automatización y un mas más allá, el de la inteligencia artificial (IA). IA aplicada a mejorar la disponibilidad de las infraestructuras y a la mejora energética de las instalaciones, mediante el establecimiento de conductas de aprendizaje y adaptación de procedimientos para conseguir el funcionamiento óptimo (Machine Learning). Esto es extrapolable al sector de la industria. Estamos en un mundo lleno de datos (Big Data) qué si son tratados y comparados, permiten establece comportamientos predictivos en base a parámetros repetitivos. Vamos a ver todos estos cambios en breve.
4. ¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Si supiera la respuesta tendría la varita mágica del cambio tecnológico de muchas empresas. Es evidente que todo lo que supone desplegar nuevas tecnologías conlleva un esfuerzo económico y de adaptación. Pero, aunque el primero depende de la situación de la empresa, el segundo requiere de la comunicación y la forma de transmitir esta. En muchas ocasiones no se realizan cambios porque se desconocen los beneficios que aportan.
5. • ¿Qué personas cree que deben estar implicadas en estos temas (CIO, COO, CEO,…)?
Quien esté familiarizado con las ISO 14001, sabrá que la adaptación del 2015 ha hecho cambiar la forma de plantarse en la empresa las medidas ambientales y de alguna forma, las que en materia de eficiencia energética supone la involucración de la dirección general, hasta ahora al margen de los objetivos que perseguía la norma. Este cambio nos viene a decir, qué si la dirección general y financiera de la compañía no está alineada con los cambios tecnológicos en materia de eficiencia energética, es difícil que la empresa esté dispuesta a ese cambio.
Socio Director de Aquads, Ingeniería Data Center
