¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juega la digitalización?
En Repsol, la transición energética es parte esencial de nuestra agenda estratégica. Tenemos la ambición de tener un papel relevante liderando este desafío global y estamos convencidos de que la digitalización es una palanca fundamental para avanzar en este aspecto y, por lo tanto, en la consecución de nuestros objetivos de descarbonización.
En este sentido, contemplamos el análisis de datos y el uso de la inteligencia artificial, para mejorar la toma de decisiones basadas en datos de cara a optimizar nuestras operaciones, impulsando así la sostenibilidad. El despliegue de estas tecnologías digitales y otras como los gemelos digitales, el IoT, los drones o el 5G, nos permite evolucionar nuestras instalaciones industriales y mejorar las operaciones, reducir emisiones y maximizar la eficiencia energética.
Además, hemos diseñado una estrategia multi-cloud con la que somos capaces de simplificar y acelerar el desarrollo de productos digitales y reducir la huella de carbono de nuestros centros de datos.
Y, por último, cabe mencionar la experiencia omnicanal para fomentar la estrategia centrada en el cliente que respalde nuestra oferta de servicios de múltiples energías con bajas emisiones de carbono.
¿Qué aporta la digitalización a la transformación industrial?
En el momento actual, estamos inmersos en la adaptación de cada uno de nuestros siete centros industriales, ubicados en España, Perú y Portugal, para convertirlos en espacios multienergéticos, que sean capaces de tratar todo tipo de materias primas para producir materiales de baja, nula o, incluso, negativa huella de carbono. A través de estos, impulsaremos nuevos modelos de negocio teniendo como base la digitalización y la tecnología. Esta meta se asienta sobre cuatro pilares: eficiencia energética, economía circular, hidrógeno renovable y captura y uso del CO2.
Hoy en día, ya hemos implementado más de 120 soluciones digitales en nuestros centros industriales. Nuestra idea es digitalizar las plantas existentes, mientras que las de nueva creación ya serán nativas digitales, orientadas a operar con la máxima eficiencia y adaptabilidad para incorporar cambios rápidos. De esta forma, nuestra planta de combustibles sintéticos en Bilbao, que estará operativa a finales de 2023, ya será 100% digital. Para ello, hemos invertido inicialmente más de 60 millones de euros en la construcción de estas instalaciones, que están llamadas a ser una de las mayores plantas a nivel mundial de producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde, que es generado con energía renovable.
En Repsol contáis con evidencias de casos digitales que ayudan a la descarbonización, ¿qué ejemplos son representativos en este aspecto?
Hemos puesto en marcha proyectos muy relevantes en los que digitalización nos ayuda en términos de eficiencia energética en nuestros sitios industriales. Un ejemplo lo tenemos en Smart Energy, un optimizador predictivo de las tres redes más importantes de utilities, la red de hidrógeno, la red de vapor y la red de gas, que considerando el comportamiento de cada una de ellas y la interacción entre las mismas pronostica la mejor opción entre ellas durante la operación.
Otro ejemplo de eficiencia energética lo encontramos en nuestras Estaciones de Servicio en las que recogemos miles de datos en tiempo real de nuestro servicio de lavado, de los surtidores… y en las tiendas, la luz, la refrigeración, que son analizados y gestionados permitiéndonos ser más eficientes y reducir emisiones.
Pero también la digitalización nos ayuda a acompañar a nuestros clientes en la transición energética desarrollando herramientas y productos digitales con los que ofrecerle soluciones a su medida. Un ejemplo es Vivit, una solución para gestionar los servicios energéticos en los hogares de manera más eficiente.
Otra iniciativa relevante es NETZERO, una herramienta que, basada en el Indicador de Intensidad de Carbono de Repsol, permite obtener distintos escenarios de Transición Energética en el corto/medio y largo plazo con el objetivo final de seleccionar la ruta hacia la descarbonización de la compañía. O Motor Verde, nuestra plataforma de compensación de CO2 que conecta de manera sencilla y rápida a ciudadanos y empresas dispuestos a compensar su huella de carbono participando en proyectos de reforestación.
¿Consideras que la colaboración entre empresas contribuye a impulsar la innovación?
Las grandes empresas tenemos la obligación de ser tractoras en términos de innovación tecnológica para toda la cadena de valor del sector industrial e impulsar la industria 4.0. La colaboración entre empresas reforzará la transición digital de España y, por tanto, la competitividad y generación de empleo.
Con esta filosofía promovimos, junto a otras empresas, IndesIA, una asociación cuyo propósito es impulsar la economía del dato y la inteligencia artificial en la industria española de cara a incrementar su competitividad y mejorar su sostenibilidad. La trayectoria y la experiencia que acumulamos cada una de las empresas que conformamos la asociación en el ámbito de la digitalización nos hizo preguntarnos hace ya dos años si a otras empresas, especialmente a las PYMEs, les podría servir todo nuestro conocimiento y las aplicaciones a casos de negocio, para acelerar su transición hacia una actividad empresarial mucho más moderna.
Hoy más que nunca es necesario fomentar la colaboración entre empresas y apostar por la creación de ecosistemas de innovación. Y es aquí donde que las grandes empresas como Repsol, tenemos mucho que aportar y tenemos una gran responsabilidad.
¿Cómo contribuye Repsol a los ODS?
Estamos contribuyendo a la consecución de los ODS en todos los niveles organizativos y áreas de negocio de la compañía comprometidos con la la Agenda 2030. Si bien participamos de forma activa en todos los ODS, atendiendo al sector energético al que pertenecemos y a nuestros grupos de interés, consideramos que los esfuerzos han de dirigirse especialmente a aquellos sobre los que más podemos influir.
Así, estamos centrando nuestros esfuerzos en los ODS 7, 8 y 13, con el propósito de garantizar el acceso a una energía sostenible, promover el crecimiento económico y luchar contra el cambio climático. También estamos apostando por la innovación tecnológica, la gestión sostenible del agua y la economía circular (ODS 6, 9 y 12), y colaboramos con grupos de interés y participamos activamente en asociaciones empresariales, en línea con el ODS 17. En 2019 comenzamos a publicar un informe anual en el que, a través de más de treinta indicadores, proyectos y testimonios, describimos nuestra aportación a los ODS tanto a nivel global como local
Nuestra contribución a la consecución de los ODS es un hecho, y con ello la sociedad puede visualizar que somos parte de la solución a los retos energéticos, económicos y sociales a los que nos enfrentamos.