1. Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias? ¿Cuáles son las principales barreras?
Por una parte, planteando la cuestión como una forma de ahorro de costes y de crecimiento en materia de competitividad, son algunos usuarios los que se van concienciando de la necesidad de ir implantando avances tecnológicos que supongan ahorro y que den lugar a un incremento de productividad en todos los sentidos. En nuestro Ayuntamiento está claro que contar con los medios que faciliten la eficiencia y la optimización de los recursos es el objetivo.
Por otra parte, desde el Gobierno se van dando los pasos en forma de imperativo legal para avanzar en materia de eficiencia en todos los sentidos.
Las barreras con que nos encontramos vienen, en mi caso, desde el ámbito del capital humano. Los trabajadores están acostumbrados a trabajar de modo “manual” y, en muchas ocasiones, son reticentes al cambio y a la implantación de herramientas electrónicas. En este sentido, es de agradecer el imperativo legal en aspectos como la Administración Electrónica. De otro modo sería muy complicada avanzar en eficiencia.
2. ¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
En general les queda mucho por avanzar. Son las grandes empresas las que están más concienciadas. El tejido industrial, compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, no contempla en la mayor parte de los casos aumentar la eficiencia para reducir costes e incrementar la productividad y la competitividad. La reducción en salarios ya no da para más, con lo cual el camino a seguir está claramente definido por la eficiencia.
3. ¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el industrial?
El sector tecnológico se enfrenta con el claro reto de vender sus productos, en el sentido de implantarlos dentro del tejido industrial. Los expertos en tecnología tienen muy claro el camino a seguir, pero se encuentran con las reticencias e, incluso, con la indiferencia en muchos casos por parte de las empresas y administraciones usuarias. En este sentido, el trabajo de concienciación por parte de la Administración, como colaboradora del sector tecnológico, es primordial.
4. ¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Dada la falta de conciencia aludida, el despliegue tiene que venir impuesto a nivel gubernamental. Incentivar en cualquier sentido el uso de las tecnologías, así como promoverlo, es fundamental si queremos llegar a ser realmente eficientes.
5. ¿Cómo le gustaría ver a España energéticamente hablando, en el año 2030?
Me gustaría ver un país con un tejido industrial competitivo con el resto de Europa, y del mundo, pero por un incremento de la productividad provocado por un avance real en eficiencia. Si somos capaces de entender que la competitividad no se puede alcanzar vía reducción de salarios, estaremos en el camino adecuado.
Además, debemos tener en cuenta que el respeto al medio ambiente debe ser una constante en el día a día, tanto por parte de la Administración como usuaria de energía, como por parte de las empresas.
Para ello es ineludible una implicación del Gobierno, no sólo en los aspectos indicados anteriormente, sino también en el sentido de facilitar, promover e incentivar el uso de energías alternativas y renovables, que respeten el medio ambiente.
En este aspecto, está también claro que no sólo no avanzamos, sino que, de algún modo, existe una retrocesión en casos como el de la energía solar. Como ejemplo tenemos países como Alemania, donde la producción de energías renovables cubre buena parte de la demanda eléctrica. La utilización de este tipo de energías contribuiría de forma muy notable a conseguir dar pasos adelante en eficiencia.
Concejala Delegada de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Mijas
