Entrevista
11 diciembre 2017

Entrevista a Rubén Cánovas Mas, Gerente de everis_IoT Global de Smart Cities

La tendencia actual hacia el “todo conectado” hace que las grandes cantidades de datos que se almacenan sean difícilmente tratables, de ahí que el uso de las tecnologías de Inteligencia Artificial pueden ayudar sustancialmente a una mejor gestión de los mismos así como generar conocimiento e información de valor que sirva como punto de partida para una mejor gestión de los recursos y la energía. Incluso conseguir la automatización de la toma de decisiones en procesos tan diversos como el mantenimiento predictivo o la asistencia virtual en la optimización de consumos de energía.

1. ¿Está España preparada para para cumplir con los retos del Horizonte 2030?

La tecnología actual ya permite hacer muchos pasos en esa dirección. Actualmente el reto está en encontrar el momento adecuado en los diferentes ciclos de negocios o de los propios gobiernos. Son estos últimos los responsables de marcar un terreno de juego que haga que el conocimiento, la innovación y las soluciones tecnológicas se puedan adaptar a las necesidades actuales y de futuro.

Éste es un fenómeno que vemos en diferentes sectores pero que es de especial relevancia en el de las ciudades inteligentes, ya que si analizamos tanto la agenda digital y Horizonte 2030 de la UE como los Sustainable Development Goals de la ONU se puede ver que muchos de ellos aplican directamente a las ciudades y que, generalmente, las soluciones que se requieren son y serán de una fuerte componente tecnológica.

2. ¿Qué papel juega la tecnología en conseguir ciudades de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?

La tendencia actual hacia el “todo conectado” hace que las grandes cantidades de datos que se almacenan sean difícilmente tratables, de ahí que el uso de las tecnologías de Inteligencia Artificial pueden ayudar sustancialmente a una mejor gestión de los mismos así como generar conocimiento e información de valor que sirva como punto de partida para una mejor gestión de los recursos y la energía. Incluso conseguir la automatización de la toma de decisiones en procesos tan diversos como el mantenimiento predictivo o la asistencia virtual en la optimización de consumos de energía. Y esto no únicamente desde el punto de vista de la empresa privada sino también desde el punto de vista de la administración e incluso el propio ciudadano.

3. Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?

Por un lado, son los Gobiernos los que están actuando como reguladores como es el caso del Ministerio de Industria, que ha impulsado iniciativas todas ellas en ese sentido como el Comité de Normalización de Ciudades Inteligentes o el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes. Por otro lado, tenemos al mundo privado con los proveedores de tecnología pero también otros actores como las empresas de telecomunicaciones, las utilities, empresas de servicios urbanos, etc. que sirven de palanca con el mercado creando oferta en el sector.

No obstante si lo que se quiere es dinamizar la demanda hay que ir más allá y hay que incorporar la visión del ciudadano porque como ciudadanos nos relacionamos de una manera cada vez más eminentemente digital con nuestro entorno. En las ciudades los ciudadanos también deberían encontrar respuesta a su nueva manera de relacionarse digitalmente; porque no permitir que todas estas tendencias y tecnologías del mundo digital, con las que cada vez más convivimos, transciendan y podamos relacionarnos de igual forma con los gobiernos, las administraciones pero también las ciudades como espacios físicos donde pasan cosas, se genera riqueza, se consumen recursos…

La principal barrera es cómo conseguir modular oferta y demanda en un mercado nuevo como el de las ciudades inteligentes y también cómo crear las mejores reglas de juego (regulaciones) que lo faciliten.

4. ¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial?

El principal reto es el de conseguir conjugar todas las tecnologías actuales pero además hacerlo dentro del actual contexto de tiempos cortos en que hay pequeñas revoluciones tecnológicas en períodos de tiempo muy pequeños. Hay que conseguir introducir tecnologías como blockchain que pueden cambiar sustancialmente la cadena de valor de cualquier sector y esto hay que hacer en cortos períodos de tiempo y estar listos para la siguiente “revolución” tecnológica.  De todas formas, la industria a diferencia de los gobiernos suelen ser muy ágiles en la adopción de nuevas tecnologías tanto en cuanto estas reporten una mejora en sus procesos internos y de producción.

5. ¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?

La clave está en realizar transformación controlada que pueda generar quick-wins inmediatos y que además tengan un beneficio tangible y demostrable. Sí que es verdad que incluso con escenarios así nos podemos encontrar en el mundo de las ciudades inteligentes que en los últimos años se ha tendido a los proyectos piloto sin entrar en la transformación necesaria ni diseñar los mejores planes de retorno a la inversión. Las tecnologías se despliegan y desplegarán tanto en cuanto sean efectivas para hacer. Por ejemplo, un servicio o proceso más eficiente y eso siempre impactará en el vector económico.

En el caso concreto de las ciudades tenemos además la complejidad añadida que cada vez tenemos que hacer una gestión más eficaz y eficiente de los recursos para ciudades más grandes, con más ciudadanos y necesidades diversas.

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Rubén Cánovas Mas
Gerente de everis_IoT Global de Smart Cities