¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las empresas energéticas tradicionales en esa transición energética?
Para las personas que no están familiarizadas con la industria energética, uno de los aspectos menos comprendidos es que se trata de una industria impulsada por el mundo financiero, que está muy enfocada en la generación de valor y que está alineada con los objetivos de la sociedad.
El sector de la energía basada en el carbono tiene como enfoque principal los sectores del transporte, la generación de electricidad y la petroquímica. A medida que los objetivos de la sociedad se alineen con los de la sostenibilidad, como una dimensión crítica, las empresas tradicionales de energía basada en el carbono se alinearán con esta nueva realidad. No todas las empresas harán la transición, pero sí las principales. Por ejemplo, Shell, Equinor y Total son grandes ejemplos de empresas petroleras y de gas que están invirtiendo activamente en empresas y proyectos de energía verde. Estas inversiones se están haciendo a través de la cadena de valor.
Desde los activos de generación renovable, la infraestructura de carga de vehículos eléctricos y la gestión de la energía de los edificios, las empresas energéticas tradicionales aprovecharán su experiencia en el campo, para este nuevo tipo de iniciativas.
Muchas de las lecciones derivadas de su despliegue de tecnologías en entornos de exploración y producción en alta mar pueden aprovecharse en el despliegue y la gestión de parques eólicos en alta mar.
El principal foco de interés de los Edificios Inteligentes es la eficiencia energética. ¿Cómo contribuye la tecnología en este sentido?
La tecnología será un actor central en la evolución de los Edificios Inteligentes y la eficiencia energética. La forma en que la tecnología evolucione en este espacio dependerá en gran medida de los dos tipos de edificios a los que se dirijan los profesionales de la eficiencia energética.
La mayor oportunidad para la tecnología de eficiencia energética ha sido el conjunto de edificios históricos que no fueron diseñados y construidos con sistemas modernos de gestión de la energía. En consecuencia, esta oportunidad será impulsada principalmente por las empresas que ofrezcan ya sea la adaptación de dispositivos de eficiencia energética y plataformas de gestión de edificios, o las empresas especializadas en contratos de desempeño de gestión de la energía.
Para ambas oportunidades la capacidad tecnológica más complementaria es el uso de herramientas de visualización que informen y plataformas analíticas que puedan aprovechar los datos para construir modelos de inferencia que proporcionen una vía no sólo para asegurar el ahorro, sino también para proporcionar una capa fundamental para la mejora continua.
En el caso del nuevo sector de diseño y construcción, este espacio ha sido impulsado en gran medida por los proveedores tradicionales de hardware con dispositivos de punto final de la energía y los sistemas de gestión de edificios. Aparte de los proyectos de edificios inteligentes que aprovechan los principios de diseño de la eficiencia energética como el LEED, el mayor desafío para la eficiencia energética es que cuando se construyen nuevos edificios, las decisiones sobre los puntos finales de energía (iluminación, calefacción, ventilación y aire acondicionado y electrodomésticos) a menudo se toman teniendo sin tener en cuenta la interoperabilidad entre estos sistemas. En consecuencia, hay importantes obstáculos al guardar los datos en silos. La capacidad de utilizar tecnologías de integración no sólo para acceder a esos datos, sino también, para transportarlos en un formato que pueda ser aplicado a los recursos de ingeniería adecuados que puedan adoptar medidas de reparación.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Uno de los enfoques más eficaces para el despliegue de nuevas tecnologías de eficiencia energética ha sido siempre y será la utilización de normas que definan una vía de mejora continua. La utilización de normas de eficiencia energética predefinidas garantiza que se puedan lograr niveles cada vez mayores de ahorro de energía mediante principios de diseño aplicados a tecnologías nuevas y en evolución.
En el caso de las tecnologías de la información, uno de los enfoques basados en normas que aceleraría el despliegue de nuevas tecnologías sería un requisito de diseño centrado en la interoperatividad de todos los sistemas en las instalaciones. El diseño de una norma común de interoperabilidad garantizaría que los datos generados por todos los sistemas in situ fueran accesibles fuera de los límites del sistema que los generó. Los datos multisistémicos pueden entonces ser aprovechados para análisis avanzados y modelos de inferencia que aprovechen las capacidades de aprendizaje de IA/ML que no sólo infieren resultados previstos, sino que, lo que es igualmente importante, pueden tomar esos datos y coordinar los flujos de trabajo operacionales para lograr el resultado deseado.
Además, una vez que los datos están totalmente expuestos, se mejora la capacidad de aprovechar los desarrolladores independientes de terceros para permitir nuevos servicios de eficiencia energética basados en conjuntos de datos multiplataforma.