1. Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas de su sector. ¿Se han marcado una Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética? ¿Cuál es la contribución de las TIC a este Plan?
Por supuesto. En un entorno global de recortes en la administración, las Universidades somos con mucho las más afectadas y se impone la adopción de medidas urgentes. Es cierto que existe un margen muy amplio para la reducción del consumo y que ya hemos adoptado algunas medidas, como el ajuste de la potencia contratada, que están teniendo una incidencia directa en la factura, pero también es cierto que aún queda mucho por hacer.
En cuanto al consumo real, además de la necesaria mejora de los sistemas de control, la evolución observada en estos años evidencia la necesidad de involucrar a los estudiantes y a todo el personal de la UCM en hacer un mejor uso de la energía. Implementado el ahorro, la reducción del consumo, que es la eficiencia en sí, no será posible sólo con órdenes o instrucciones. Tras los importantes pasos dados en la reducción de nuestra factura energética, tenemos en nuestra agenda construir unidades de competencias transversales que coordinen estos esfuerzos y conciencien al personal y a los estudiantes del gasto actual.
Las TIC son un instrumento clave para esa mejora del control del consumo porque nos permiten comprobar y analizar la información de facturación de forma más eficiente, reduciendo el esfuerzo de vigilancia del consumo y el tiempo de detección de posibles incidencias. A día de hoy esperar a que a final de mes llegue la factura para saber si algo va mal y creérsela sin realizar las comprobaciones oportunas sería una irresponsabilidad por parte de los gestores universitarios.
2. ¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC y la innovación? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
La preocupación por la eficiencia energética se encuentra en los propios orígenes de la UCM, que cuenta desde 1932 con la primera red española de district heating que conecta gran parte de nuestros edificios a una Central Térmica alimentada por gas natural.
En 2011 la Gerencia de la universidad encargó la elaboración de un Plan de Activación de la Eficiencia Energética para desarrollar el modelo de contratación con empresas de Servicios Energéticos propuesto por el IDAE. En ejecución de dicho contrato, se han realizado trabajos de diagnóstico energético de todas las dependencias de la Universidad, proponiendo la agrupación de los edificios de la Universidad en 8 lotes homogéneos para la futura implantación de la eficiencia energética en la UCM y la adopción de medidas correctoras. Aunque no hemos dado aún el paso de sacar a licitación estos lotes para la contratación de las ESE, muchas de las medidas inicialmente propuestas ya han comenzado a aplicarse
Dentro de estas medidas, además de la adaptación de potencias, hemos intentado incidir en la mejora de los suministros, alcanzando un acuerdo de adhesión con el Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya para la adquisición de energía eléctrica y gas que puede representar importantes ahorros para el presupuesto de la UCM. En relación con el control, se han ido implantando progresivamente sistemas de telemedida para detectar desviaciones en el consumo de energía eléctrica, especialmente en energía reactiva.
Por otra parte, en el ámbito del Smart Building, la tendencia es tener un cuadro de mando que resuma el estado energético de la UCM, que se asemeja a una pequeña ciudad. Tras varias experiencias con herramientas de gestión de inmuebles, estamos desarrollando, en colaboración con los Servicios Informáticos de la UCM, un programa de Gestión de Espacios y Equipamientos (GESE). Este proyecto, que integra la monitorización de sondas y otros sistemas de información y control utilizando tecnología GIS y CAD, nos permitirá integrar:
- La Gestión de Edificios y Espacios
- La Gestión Patrimonial
- La Gestión del Inventario
- La Gestión del Mantenimiento
- La Gestión de Servicios y consumos
- La Reserva de Espacios y Salas
- La Monitorización de la Eficiencia Energética
3. ¿Cuál ha sido su papel en este ámbito? ¿En su organización hay más implicados en estos temas (CIO, COO, CEO,…)?
Durante los últimos años, como Director de la Oficina Técnica de Gerencia, me he responsabilizado de coordinar la administración del cambio en los nuevos modelos de eficiencia. Los distintos servicios y vicerrectorados han sido quienes han jugado el papel más importante en este proceso que estamos iniciando y mi labor, partiendo de mi formación jurídica y administrativa, ha consistido en poner de acuerdo a los distintos actores implicados y convencer a los órganos de gobierno de la trascendencia de adoptar decisiones en estas materias. Es una labor transversal que implica aunar esfuerzos en diversas áreas administrativas y académicas, pero en la que es fundamental contar con el apoyo de personal técnico cualificado que asesore en la búsqueda de las mejores soluciones.
4. ¿Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Qué más se podría hacer? ¿Cuáles son las principales barreras?
No nos engañemos. El principal impulsor de este cambio de modelo es la crisis y la consecuente reducción de financiación de las Universidades. Las decisiones de nuestros órganos de gobierno se han basado en criterios puramente economicistas de reducción del gasto. Nuestra labor ahora se debería centrar en conseguir que los ahorros conseguidos se reinviertan en lograr nuevos ahorros y en realizar actuaciones sostenibles y que mejoren el impacto medioambiental que genera la actividad universitaria.
Dejando a un lado la reducción del presupuesto, los esfuerzos realizados desde la AGE, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para conseguir mejorar la eficiencia en este ámbito han sido casi inexistentes. Ha faltado voluntad de proponer, dirigir y coordinar la adopción de medidas conjuntas, no sólo por las Universidades, sino por todas las instituciones públicas. Creo que puede ser un buen momento para que, especialmente la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid asuman el liderazgo institucional que les corresponde y aglutinen e impulsen los esfuerzos que, en cada ámbito, estamos realizando por separado.
5. ¿Considera que ha mejorado la posición competitiva de su organización con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Por supuesto que se ha conseguido una mejora importante. La migración a tecnología IP de toda la telefonía de la UCM, la oferta de servicios para.TI@UCM como el correo electrónico, calendario, almacenamiento, chat y documentos en la nube, o la transferencia a la nube del entorno de colaboración de la UCM, han servido, no sólo para mejorar la situación económica de la UCM, sino para facilitar, mejorar y modernizar el acceso a nuevos servicios por nuestros estudiantes y trabajadores.
Hemos dado pasos muy importantes para optimizar el precio que pagamos por la energía. Pero aún queda mucho por hacer, especialmente en la gestión de la facturación, en la puesta en marcha de una telemedida más eficaz y en la implantación de sistemas centralizados de control. Si unimos esto a la concienciación de los usuarios y al aprovechamiento del potencial investigador de nuestras Facultades, la UCM podrá convertirse en una referencia desde el punto de vista energético.