La Unión Europea reforzará su compromiso e incrementará sus actuaciones actuales en la región con 39 acciones centradas en el cambio climático, la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la cooperación internacional. En todos estos ámbitos prioritarios queda reflejada la especial importancia que se concede a la investigación, la ciencia y la innovación.
Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidenta de la Comisión Europea, ha declarado lo siguiente: «Un Ártico seguro, sostenible y próspero no solamente beneficia a los cuatro millones de personas que viven allí, a la Unión Europea y al resto del mundo. Se trata de una región de gran importancia medioambiental, social y económica para todos nosotros. Las medidas tomadas hoy subrayan nuestro compromiso con la región, sus Estados y sus pueblos, y garantizan que la región siga siendo un ejemplo de una cooperación internacional constructiva. Y esto se debe a que el Ártico también tiene una importancia crucial en lo que se refiere a la seguridad regional y mundial, y es un componente estratégico de nuestra política exterior.»
Karmenu Vella, Comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca de la UE, ha señalado lo siguiente: «Influimos en el Ártico, y el Ártico influye en nosotros. El Ártico influye tanto en los patrones meteorológicos mundiales como en nuestros océanos, en los ecosistemas y en la biodiversidad local. Si bien es inevitable que prosiga el desarrollo humano, está en nuestras manos hacerlo de forma sostenible. Tenemos que hacerlo respetando plenamente los medios de subsistencia de las personas que viven en la región y protegiendo su recurso más valioso: el medio ambiente.»
El Ejecutivo comunitario ha propuesto entre otros cooperar con los países del Ártico y la población local e indígena en un programa «ambicioso» para atajar el cambio climático en la zona y contribuir a la adopción de medidas internacionales para limitar las emisiones de carbono negro y metano.
También ha planteado mantener el nivel de financiación para investigación sobre el Ártico actual, es decir, unos 20 millones de euros anuales y financiar la investigación internacional sobre el cambio climático a través del programa espacial de la UE Copérnico.
Asimismo, respalda la eliminación progresiva de aquí al 2020 de los contaminantes y metales pesados en la cadena alimentaria del Ártico y el desarrollo de una red de zonas marinas protegidas para promover la gestión de los recursos pesqueros sostenibles, así como la firma de un acuerdo internacional contra la pesca ilegal.
La Comunicación conjunta tiene en cuenta la legislación vigente de la UE, incluido el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como las actividades y los proyectos en curso y futuros de la UE.
Antecedentes
En 2014, el Consejo y el Parlamento Europeo pidieron a la Comisión y a la Alta Representante que elaborasen un marco más coherente para la actuación de la UE y programas de financiación en el Ártico. La nueva política integrada de la UE para el Ártico tiene su origen en la mencionada petición y pretende reforzar aún más el perfil de la UE en el Ártico, basándose en una serie de actividades y decisiones existentes de la UE que ya tienen un impacto en la región, tras la comunicación política de 2008 y una actualización y un resumen de las actividades en 2012.
El Ártico comprende el Océano Ártico central, sus mares regionales tales como los mares de Barents, Kara y Chukotka, y los territorios de Canadá, el Reino de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, la Federación de Rusia, Suecia y los Estados Unidos. Por consiguiente, tres Estados miembros de la UE son también Estados árticos; por su parte, Islandia y Noruega son miembros del Espacio Económico Europeo.
En los últimos años, el papel de la región del Ártico en el cambio climático ha adquirido mayor relevancia, lo que ha tenido consecuencias de gran alcance en la medida en que esta región actúa como un regulador del clima de la Tierra, incluidos los patrones meteorológicos en Europa.
En las últimas décadas, el Ártico se ha calentado a un ritmo que casi duplicaba a la media mundial. Los científicos han señalado que el Ártico también contribuye al cambio climático, debido a la progresiva liberación de gases de metano a medida que la región se calienta. A su vez, los cambios climáticos en el Ártico impulsan el crecimiento de la actividad económica en la región. Se han creado diferentes instituciones y foros internacionales para facilitar la cooperación internacional sobre la gestión conjunta de la región del Ártico.
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