La Realidad Aumentada se ha constituido como una de las tecnologías que mayor desarrollo, evolución y madurez ha obtenido en los últimos años, convirtiéndose en una herramienta fundamental para generar entornos interactivos en las fabricas y plantas industriales, mejorando de forma mayúscula la interacción hombre-máquina y siendo en definitiva un agente impulsor de la Industria 4.0.
Es habitual caer en el error de confundir Realidad Aumentada (RA) y Realidad Virtual (RV). La clave para diferenciar ambas tecnologías es analizar si lo virtual es sólo parte de la experiencia que estamos viviendo, en cuyo caso hablamos de Realidad Aumentada, o si es toda la experiencia en sí misma, siendo entonces un caso de Realidad Virtual.
Podríamos definir la Realidad Aumentada de forma sencilla como la combinación de un entorno “real” (lo que podemos ver con nuestros propios ojos) y otro “virtual” (generado por ordenador), a esta combinación la llamamos también realidad mixta, ofreciéndonos en tiempo real una vista combinada que nos permite ver virtualmente, por ejemplo, dentro de una maquina o de un motor sin tener que abrir ninguna tapa o desmontar partes o piezas superpuestas.
La tecnología de Realidad Aumentada se encuentra hoy por hoy en un estado de implantación y uso muy elevado en la gran industria, actualmente es muy sencillo ver experiencias de RA en cualquier dispositivo móvil, simplemente utilizando un navegador web y sin la necesidad de tener que descargar ninguna app. Incluso han proliferado en el mercado algoritmos que nos permiten convertir archivos 3D a objetos en RA. Algo que hasta hace no demasiado tiempo era un proceso largo y costoso, ahora es una tarea casi automática y accesible económicamente para cualquier tipo de empresa.
A partir de ahí, los casos de uso de la Realidad Aumentada son innumerables en los procesos de fabricación:
- Como herramienta para visualizar, analizar o reparar maquinaria compleja sin la necesidad de tener que parar o desmontar nada si no es estrictamente necesario.
- Para diseñar / rediseñar espacios físicos, silos, trenes de distribución, lineales, zonas de picking, cualquier proceso productivo.
- Para visualizar y compartir datos precisos e información gráfica que pueda ser fácilmente entendible en 3D por cualquier operario, incluso estando en remoto.
En definitiva, los beneficios que nos proporciona la Realidad Aumentada en los procesos de fabricación son importantes, y se pueden resumir en cuatro puntos principales:
- Mejora de los procesos.
- Reducción de los tiempos de espera.
- Aumento de la seguridad.
- Ahorro de costes.
En Inetum, tenemos el reto de llevar la Realidad Aumentada en combinación con otras tecnologías a todo el tejido industrial, ayudando a nuestros clientes a impulsar la eficiencia y la seguridad de la fuerza laboral, a mejorar el rendimiento operativo y a reducir los costes de fabricación.