Los representantes de las principales operadoras de telecomunicaciones españolas, Telefónica, Vodafone y Ono, han coincidido hoy en que la puesta en servicio de ciudades inteligentes requerirán más capacidad y velocidad de banda ancha.
Durante la segunda jornada del VII Congreso de Ingenieros de Telecomunicación que organiza el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, el Director de Telefónica de Castilla y León, Juan Carlos Morán ha destacado la demanda creciente de mayor calidad en los productos y servicios del ciudadano «que también quiere que el gasto sea moderado».
Morán ha estimado que los objetivos que marcan desde la Agenda Digital Europa de proporcionar 30 megas a los usuarios a partir de 2013 son «muy ambiciosos, requieren un gran esfuerzo inversor y, sobre todo, un estímulo de la demanda para poder implementarlo».
En su opinión, se trata de un objetivo difícil de alcanzar, pero no imposible.
El Director de Empresas de ONO, Miguel García Alonso, ha declarado que «la conectividad ultrarrápida será cada vez más necesaria», porque permitirá generar nuevas aplicaciones que hasta ahora no eran posibles.
Esta opinión ha sido respaldada por el Director de Despliegue de Red de Vodafone, Fernando Molina, quien ha afirmado que la «evolución de la banda ancha ultrarrápida, que ya es una realidad, permitirá crear una ciudad que soporte todos los servicios de futuro para empresas, ciudadanos y administración».
Entre estos servicios ha destacado los negocios domóticos, las comunicaciones personales, las aplicaciones de ocio y entretenimiento, la mejora en la productividad, la gestión del transporte y la sanidad.
En el congreso, se han analizado hoy las posibilidades de las redes de sensores, principal infraestructura tecnológica de lo que serían las ciudades inteligentes y que conformarían el esqueleto de las mismas.
El responsable de I+D del centro tecnológico i2CAT y secretario del grupo de trabajo de AENOR, que trabaja en la estandarización de redes de sensores, Albert Vidal, ha asegurado que es «necesario» crear estos nuevos modelos de negocio y, además, dar a conocer al mercado la potencialidad de esta tecnología, que es «enorme».
Vidal ha afirmado que esta tecnología «está muy madura», aunque hay algunos retos en los que se debe seguir trabajando, como es el del ahorro en el consumo de energía para hacer más autónomos a los sensores, trabajar en dotar de la máxima fiabilidad en el envío de datos que los sensores facilitarán y en el tamaño de los mismos para minimizar el impacto en la sociedad.
Precisamente, el presidente de la empresa Pavimento Inteligente, Félix Navarro, ha incidido en las posibilidades que ofrecen los pavimentos en las ciudades.
Tras considerar que la estructura de las calles «no ha variado prácticamente nada desde la época de los romanos», se ha mostrado convencido de que se debe transformar el «pavimento analógico en un pavimento digital«, que no sólo sirva para soportar el tráfico sino que permita regular el tráfico, ayudar a las personas mayores, localizar a los niños, tener servicios de información móviles y aportar información del patrimonio.
Navarro ha afirmado que esto sería posible con unos pequeños sensores invisibles ubicados en el subsuelo.
