Articulo
07 marzo 2014

Las telecomunicaciones como elemento primordial de la gestión energética

Un sistema de gestión energética se basa, principalmente, en la obtención de datos reales y a menudo en tiempo real, por lo que las telecomunicaciones juegan un papel más que determinante, esencial.

La gestión de activos energéticos en edificios se podría definir como la gestión técnica, económica y financiera con el objetivo de proporcionar el nivel de servicio requerido al menor coste. Incluye la gestión de todo el ciclo de vida de infraestructuras energéticas entre otros el diseño, construcción, puesta en servicio, operación, mantenimiento y reparación. Cuando esta labor se realiza en un entorno donde el presupuesto es limitado, cobran mayor importancia si cabe, los sistemas de monitorización y gestión energéticos, que aseguren el control y establezcan prioridades. Estos sistemas están basados en la correcta utilización de las TIC, siendo parte intrínseca de la solución. No se concibe un sistema de gestión energética sin la obtención de datos reales y generalmente en tiempo real, por lo que las telecomunicaciones juegan un papel más que determinante, esencial.
Los principales beneficios que aporta el uso de un sistema de monitorización y gestión energética son:

Disponer de un repositorio de todas las instalaciones energéticas de una organización, que permita su fácil identificación y gestión (operación y mantenimiento)

Facilidad para detectar todo tipo de problemas en las instalaciones, en el momento en que se producen.

Conocer las causas de los problemas detectados, como base para determinar las soluciones que han de ponerse en marcha.

Atajar los problemas de forma inmediata, evitando que el derroche energético se traduzca en un incremento importante de la factura energética.

Evaluar la marcha de las mejoras de ahorro energético llevadas a cabo.

Detectar posibles desviaciones de los ahorros previstos, con incidencia en el periodo de retorno de la inversión.

Actuar para corregir las desviaciones y llegar a los objetivos de ahorro fijados.

Facilitar la gestión de los presupuestos de gasto energético.

Adicionalmente, si queremos ser capaces de comparar los resultados de nuestro desempeño energético es fundamental el uso de estándares internacionales como el IPMVP o la ISO 50001, que nos sirvan de guía en el día a día.
En este sentido, sirva como ejemplo el trabajo que BT está realizando en dos multinacionales líderes en sector alimentación y químico con fuerte presencia en España, para la monitorización de todos sus centros en España a través de la plataforma SMARKIA, que está permitiendo optimizar la factura eléctrica del grupo, además de obtener información muy valiosa para la gestión comparada de sus centros (línea base, indicadores, informes….)

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Sergio Lozano
BDM Energy Efficiency BT Global Services