Los gestores de Centros de Proceso de Datos (CPD) se mueven en un campo crítico en el que tienen que controlar tres puntos básicos. En primer lugar, se encuentran la disponibilidad y la seguridad de las aplicaciones. En segundo lugar, la importancia del ahorro de costes, tanto de compra como de funcionamiento de los sistemas TI. Y en tercer lugar, se encuentra la eficiencia.
Estos tres aspectos, especialmente la elevada disponibilidad y los costes, a menudo parecen imposibles de combinar. Una conexión inteligente de infraestructura, servidores y aplicaciones combina los aspectos supuestamente antagónicos y contribuye de esta forma a mantener el equilibrio. Todo ello es posible gracias a un software inteligente de monitorización y gestión tipo DCIM.
El cálculo del consumo no permanece sólo a nivel de la infraestructura, sino que se puede extrapolar a cada uno de los servicios. Esto es posible gracias a las informaciones almacenadas en el gestor del servidor. De esta forma se integran las informaciones referentes a la infraestructura con el proceso TI.
La integración de los componentes en el CPD goza de otra ventaja, es posible intercambiar los aparatos entre sí y comunicar sus necesidades. De esta forma es posible adaptar la alimentación de corriente y la refrigeración de forma dinámica y automática a las necesidades reales. Con un DCIM los gestores de CPD disponen de todos los consumidores de energía integrados y representados en una superficie. Las informaciones se representan en kilovatios, en emisión de CO² o en costes reales y son actualizados constantemente. Con estos datos los gestores de CPD pueden establecer las medidas necesarias para la optimización de la infraestructura TI. Por ejemplo, concentrar servicios utilizados durante el turno de noche o de fin de semana, en servidores concretos que son alimentados de forma adecuada con energía y refrigeración.
Iván Gimeno 
Business Development Manager IT de Rittal Disprel
