Con este fin, los 27 Estados miembros de la UE se comprometieron a conseguir que la UE fuera la primera zona climáticamente neutra de aquí a 2050 y a reducir antes del 2030 las emisiones en al menos un 55 % respecto de los niveles de 1990. Para alcanzar estos ambiciosos objetivos nuevas ideas y soluciones son necesarias en muchos ámbitos, entre ellos en la política energética europea, y contar desde luego con la participación activa de un amplio número de actores.
En este contexto, la Plataforma enerTIC y la Guía de referencia Smart Energy desempeñan un papel importante porque promocionan iniciativas cuyo objetivo es mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad a través de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Además, son fuente de inspiración para otros actores al presentar tanto proyectos ejecutados por el sector privado como por las instituciones y empresas públicas españolas.
Es cierto que para acelerar la transición verde necesitamos desarrollar tecnologías innovadoras, TIC incluido. Su aplicación permitirá aumentar la producción de energías renovables y mejorará, tanto la eficiencia energética, como la sostenibilidad de nuestra economía en el sentido más amplio. En un contexto de transformación del sector energético, la importancia capital de este elemento es obvia. Precisamente, para conseguir una mayor participación de energías renovables en la producción de electricidad, y para reducir la intensidad energética de nuestra actividad económica, la Comisión Europea adoptó en junio 2021 las propuestas de revisión de las directivas sobre la eficiencia energética y las fuentes de energías renovables. Los dos proyectos legislativos tienen también por objetivo facilitar el desarrollo de bioenergía y de hidrogeno limpio, para que en el futuro éste pueda sucesivamente remplazar al gas natural. Queremos que el hidrógeno limpio se convierta en una fuente de energía viable desde el punto de vista económico y, por lo tanto, necesitamos desarrollar lo más rápida y eficientemente posible las tecnologías innovadoras para su producción.
UE-Catalyst es una asociación pionera recientemente creada para precisamente impulsar inversiones en tecnologías climáticas neutrales. Esta cooperación público-privada – en la que participan la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones- movilizará hasta 820 millones de euros entre 2022 y 2026 para acelerar el despliegue y la comercialización de tecnologías innovadoras que ayuden a alcanzar las ambiciones del Pacto Verde Europeo y los objetivos climáticos de la UE para 2030.
Las inversiones, aparte del hidrógeno limpio, se orientarán hacia una cartera de proyectos de alto potencial, tales como combustibles sostenibles para aviación, captura directa de aire y almacenamiento de energía de larga duración.
UE-Catalyst se centrará en aquellas tecnologías que tienen un potencial reconocido para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero que son todavía demasiado caras para expandirse y competir con las tecnologías basadas en combustibles fósiles. Esperamos que esta iniciativa, igual que la Plataforma enerTIC, sirva como demonstración de proyectos y tecnologías a una gran escala con potencial de expansión a diferentes sectores económicos. Con el apoyo de otros instrumentos de financiación como el Fondo de Innovación europeo, y con el Acuerdo de París como trasfondo, cumplir nuestros compromisos y objetivos climáticos, apoyando la demostración de tecnologías hipocarbónicas innovadoras.
Aparte de los grandes proyectos e inversiones a escala industrial, tenemos que progresar con la digitalización de las pequeñas y medianas empresas para que puedan contribuir a la transición sostenible y llegar a ser más competitivas. Las PYMES son la base de la economía española; y sin embargo, su nivel de aplicación de tecnologías innovadoras y de digitalización es todavía modesto. Aunque en este ámbito progresamos lentamente según el último informe DESI, hace falta más esfuerzo y más financiación para impulsar la innovación y transición verde de las PYMES. En este sentido, los fondos Next Generation EU, y en particular el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RRF) serán sin duda una gran oportunidad, con 19.600 millones de EUR destinados al objetivo de digitalización de PYMES en nuestro país.
Estoy convencida de que con los fondos RRF y proyectos europeos, y gracias a iniciativas como la Plataforma enerTIC y la Guía de referencia Smart Energy que tendrán la capacidad de motivar y movilizar a una gran variedad de actores, estamos preparados para convertir la economía española en una economía más verde, más innovadora y más eficaz en un futuro cercano.