Esta situación ha obligado a las Entidades Locales de España a adoptar medidas de urgencia para salvar una situación complicada. Y, sobre todo, ha servido para darnos cuenta de la cantidad de ámbitos de responsabilidad municipal en los que la digitalización y el uso de dispositivos inteligentes son necesarios y suponen un gran beneficio, especialmente, porque pueden generar importantes ahorros.
Por ello, quiero poner en valor el esfuerzo realizado desde la FEMP para fomentar el ahorro de los propios Ayuntamientos, Diputaciones Cabildos y Consejos, esencial en el contexto actual de escalada de precios de la energía. Hay que tener en cuenta que el consumo energético del alumbrado público y del elevado número de edificios e instalaciones municipales es enorme.
Reducirlo permite disminuir costes y promover la sostenibilidad económica y ambiental. En este sentido, estamos trabajando en un Protocolo que contenga una serie de recomendaciones relativas a la revisión y ajuste de las potencias contratadas; la instalación de sistemas de discriminación horaria, reajuste de periodos de alumbrado en remoto, sensores de movimiento o gestión de intensidad del alumbrado público; instalación de luminarias led y de placas fotovoltaicas; estudiar la generación de energía reactiva en las diferentes instalaciones y establecer medidas para su minoración; o la creación de comunidades energéticas.
De esta forma, desde el ámbito local se han llevado a cabo iniciativas para el fomento del autoconsumo en edificios públicos con energía fotovoltaica; la creación de oficinas de transición energética para dar apoyo desde los Ayuntamientos a los ciudadanos que quieren mejorar sus instalaciones particulares o pasarse a la movilidad eléctrica; la gestión inteligente de edificios y el control óptimo de la climatización; o los proyectos de alumbrado inteligente, con sistemas SCADA que miden el consumo en tiempo real y detectan ineficiencias. Desde la FEMP y varias redes municipalistas, como la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) o la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI), se está realizando una apuesta decidida por la inclusión prioritaria, en el ámbito de las políticas locales, de soluciones innovadoras en materia de eficiencia energética, como pilar fundamental de un desarrollo sostenible.
Dentro de la RECI, un 35% de los proyectos llevados a cabo se enmarcan en el objetivo de la sostenibilidad, y el 29% de las ciudades considera como reto preferente la eficiencia energética, fomentando en los próximos años, la creación de comunidades energéticas locales, con la finalidad de transformar nuestro sistema de abastecimiento y conseguir que sea más democrático, sostenible y estable; impulsando a su vez el uso de nuevas fuentes de energía.
Cobra también vital importancia la inclusión del papel de lo local en la instauración de un sistema de compra publica sustentado en la sostenibilidad y la eficiencia energética, bien de forma individual o de forma colectiva a través de las Centrales de Contratación, como la de la propia FEMP, que ya viene apostando por la inclusión de criterios sostenibilidad y eficiencia energética en sus Acuerdos Marco.
No quiero desaprovechar la oportunidad para incidir en la necesidad de unir la sostenibilidad a nuestro modelo turístico, camino ya iniciado por la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI). El concepto de inteligencia turística conlleva el avance hacia modelos de destinos turísticos más competitivos, que respondan de manera óptima a las necesidades de los actores de esta cadena de valor (residentes, turistas, iniciativa pública y privada, etc.). El componente multisectorial e intersectorial del turismo, convierte a este sector en un fenómeno que combina una gran diversidad de problemáticas abordadas en las Smart City, muy ligadas a la eficiencia energética, como pueden ser la movilidad o la gestión de residuos.
Este esfuerzo, realizado por las Entidades Locales e impulsado por la FEMP, está alineado con los ODS 7 y 11 de la Agenda 2030, una herramienta que nos sirve para construir un mundo mejor y elevar la calidad de vida de la ciudadanía. Sepan todos los actores y organizaciones comprometidas con la sostenibilidad e implicados en este gran reto que siempre tendrán a su disposición a todos los Ayuntamientos, Diputaciones, Consejos y Cabildos, para colaborar más y mejor.