Repsol YPF cuenta ya con 600 empleados adscritos a su programa de teletrabajo para mejorar la conciliación de la vida profesional y personal, lo que supone un 65% más que los 362 registrados hasta 2009, según informa la compañía en su nuevo ‘newsletter’.
En un artículo bajo el título de ‘Cuando también se rinde desde casa’, la compañía explica que ofrece a sus trabajadores distintas modalidades, que van desde teletrabajar un día o dos días por semana a hacerlo un 20% del tiempo diario.
El proyecto se puso en marcha en 2006 e inicialmente se incluyó la modalidad de teletrabajar tres días a la semana que fue descartada porque los propios trabajadores se sentían desvinculados del día a día de la compañía. Para evitar el aislamiento, se estableció un límite semanal del 40% del horario y reuniones periódicas de seguimiento y contacto.
La participación en el proyecto es voluntaria y el teletrabajador conserva su puesto en la oficina y todos sus derechos y beneficios sociales. Las bases del programa han sido pactadas con los sindicatos y es una opción que está abierta a todas las categorías profesionales siempre que las necesidades de su puesto lo permitan.
Repsol pone a disposición de sus empleados los medios necesarios, como la conexión ADSL, el ordenador y el teléfono móvil. La gestora de marketing estratégico de Repsol, Begoña Navas, que teletrabaja un 20% de su jornada diaria y es madre de dos niños, explicó que esta opción le ayuda a estar más presente en su familia sin perjuicio de mis obligaciones profesionales.
SEIS DE CADA 10 SON MUJERES.
Repsol concibe el teletrabajo como una medida de conciliación en sentido amplio, es decir, no se cuestiona la causa por la que se solicita. Seis de cada diez participantes son teletrabajadoras y el grupo mayoritario tiene entre 30 y 49 años.
La idea del teletrabajo surge en los años 70, cuando el físico estadounidense Jack Nilles, pensando en cómo optimizar recursos, creó el concepto de ‘telecommuting‘, algo así como teledesplazamiento.
Desde entonces, el teletrabajo ha ido progresando, y en países como Finlandia o Estados Unidos representan hoy a más del 15% de la población activa. En España su avance es más lento y se estima que solo un 8% de los trabajadores desempeñan toda o parte de su jornada laboral desde casa.
En España esta modalidad de trabajo carece de regulación legal específica, aunque el Gobierno ha anunciado que quiere favorecerla como parte de sus políticas de conciliación. Algunas comunidades autónomas como Euskadi o Castilla y León ya están en ello.
El teletrabajo avanza en las grandes empresas y las administraciones públicas, pero su implantación entre en las pymes es todavía baja. Repsol, con uno de los colectivos de teletrabajadores más grandes, prepara un Libro Blanco para difundir su experiencia y que pueda ser de utilidad para otras compañías.
