Nos encontramos en los inicios de una nueva evolución tecnológica en el sector eléctrico, pero también aplica a otros segmentos de la industria que no han recibido el empujón regulatorio.
Otras “utilities” van adoptando también la lectura automatizada y la digitalización de sus redes de distribución. Estamos en un momento de eclosión de las Smart Grids, no hay compañía del sector que no tenga iniciativas caminando en este ámbito.
Si bien, las distintas normativas se han centrado en velar y garantizar el buen funcionamiento y la mejora del servicio a los clientes finales, las “utilities” se beneficiarán de las mejoras en su gestión a través de la incorporación de la sensorización de todos sus elementos y de la automatización de todos los procesos de negocio en tiempo real.
Las posibilidades de mejora de eficiencias, reducción de costes, prevención de fallos, detección temprana son difíciles de cuantificar a día de hoy, pero, sin duda, se irán conquistando y los casos de negocio rentables de la inversión en digitalización son cada vez menos cuestionados.
La monitorización en tiempo real de todos los elementos de la red permitirá tener un control de inventario completo, por ejemplo, con la identificación y localización de todos los activos, su ciclo de vida, así como su estado, hacer actualizaciones de forma remota de sus configuraciones o su firmware, junto con una adecuada asociación de las comunicaciones provisionadas. De esta manera, se obtiene un mayor conocimiento del estado actual de las redes de distribución, de su funcionamiento y su mantenimiento, consiguiendo un significativo ahorro económico al reducir los costes operacionales, garantizar la seguridad del suministro para evitar fallos y accidentes, y permitir actualizar los productos y servicios que ofrecemos a los clientes.
Esta digitalización de las redes eléctricas se vuelve un imperativo cuando enfrentamos el escenario futuro: cuando la presencia de coches eléctricos deje de ser anecdótica y pasa a ser dominante. Otro impulsor de estas necesidades será la proliferación de sistemas de autogeneración y la necesidad de gestionar una red de distribución donde la capacidad de generación esté sumamente distribuida.
En la actualidad, nos encontramos que las implementaciones de las operaciones de IoT tienen carencias y oportunidades de mejora.
Adoptar las decisiones correctas ahora que se sientan las bases de los que serán las Smart Grid en el futuro es imprescindible, contemplar con altura de miras las nuevas capacidades y funcionalidades que requiere la infraestructura IoT que debe desplegarse, mejorará la efectividad y añadirá agilidad al proceso de integración de los dispositivos, comunicaciones y plataformas implementadas en las soluciones IoT. Es necesario contar con las herramientas necesarias que tengan estas capacidades y funcionalidades para abordar los retos a los que se enfrentarán las Smart Grid en los próximos años.
En Amplía tenemos las capacidades y experiencia necesaria para acompañar el desafío de las Smart Grids, no en vano la compañía Berg Insight en su informe “IoT Platforms and Software – 4th Edition”, nos ha referenciado como uno de los líderes mundiales en “device management” en el sector utilities en octubre.
http://www.berginsight.com/ReportPDF/ProductSheet/bi-platforms4-ps.pdf
Francisco Javier Martínez Abarca, CEO de amplía)))