Las tecnologías de digitalización están convirtiendo las redes de distribución de energía en redes inteligentes, flexibles y descentralizadas. Asimismo, permitirán desarrollar una nueva generación de servicios de valor añadido que cambiarán el rol de un consumidor cada vez más concienciado con la sostenibilidad y la eficiencia energética y deseoso de participar activamente en el modelo.