¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética?
En nuestro caso hemos lanzado varios proyectos que contribuyen a la eficiencia energética de nuestras oficinas.
Por un lado, y resumiendo mucho, hemos lanzado el proyecto Häbitat, que consiste en la instalación de una serie de sensores, que nos ayudan a conocer la situación de ocupación de los puestos y salas en todo momento. Conocer esta información es la clave para poder optimizar el uso del edificio, y entre otras cosas, el gasto energético. Por ejemplo, y solo es una muestra, se pueden tomar decisiones como el cierre de plantas cuando no son necesarias o tener un patrón bastante exacto de la calidad del aire del edificio, lo que permite anticipar las acciones correctivas necesarias mucho antes y a un coste energético mucho menor.
Si cabe, esto ha cobrado aún más sentido en la situación actual. Cuando llegue la nueva normalidad post-COVID, pensamos que los espacios de oficinas van a tener un uso mucho más líquido que antes de la pandemia, potenciaremos el teletrabajo con mucha más determinación, pues ya hemos comprobado que es posible teletrabajar mucho más de lo que lo hacíamos antes del COVID. Pero también hemos sido conscientes en estos meses que hay ciertas actividades, ciertos momentos en los que aporta mucho valor estar en presencial en unas oficinas, para trabajo colaborativo, interacción de equipos, o simplemente socialización con los compañeros.
En este escenario mucho más líquido se vuelve aún más importante tomar conciencia del uso que estamos dando a nuestras instalaciones, y para ello será necesario registrar mediante series históricas este comportamiento físico para poder tomar las decisiones oportunas hacia el futuro. En este escenario post-COVID estimamos que el uso de Häbitat nos mostrará que podemos mantener nuestra actividad normal con una ganancia del 50% del espacio, y del 60% del ahorro energético.
Por otro lado, hemos puesto en marcha varias iniciativas, para fomentar una movilidad sostenible: como por ejemplo, implementar una app que permite compartir coche entre los empleados, habilitar plazas de recarga para coche eléctrico o accesos y aparcamientos dentro del edificios para patinetes eléctricos y bicicletas.
¿Qué papel han tenido las TIC?
Las TIC tienen un papel fundamental en todo esto. La introducción de nuevas tecnologías, especialmente las relacionadas con el IoT, permiten abordar proyectos que hasta hace poco tiempo eran inviables. Ahora mismo estamos ante un mundo de posibilidades, y quien sepa leerlas y aplicarlas a su negocio, tendrá una ventaja competitiva fundamental, además de contribuir a la mejora medioambiental de su entorno, otro aspecto muy importante.
¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Diría que el Internet de las Cosas es importante en el desarrollo de proyectos que permitan la eficiencia energética y una mayor sostenibilidad, partiendo que la base de muchos de estos proyectos, ya abogan por conseguir información con el consumo mínimo necesario, e intrínsecamente buscar la eficiencia en diferentes ámbitos. Unido a estos, tenemos otras tecnologías, como blockchain que nos permite hacer todo esto de manera mucho más confiable para el usuario, y la tecnología 5G que nos va a abrir la puerta a otro tipo de proyectos, que antes no eran viables debido a la latencia o a la necesidad de tener una red con más ancho de banda y más veloz.
Todas estas tecnologías, son a la vez complementarias, y pueden impulsar proyectos inasequibles hasta ahora.