¿Seguimos estando hoy en un momento clave para la transición energética?
Dada la crisis del Covid-19, tenemos ante nosotros una situación muy complicada y al mismo tiempo estamos en un momento decisivo para la transición energética. Tendremos que balancear necesidades e ir posiblemente a distintas velocidades, pero la transición energética ya no es un fin en sí mismo sino un medio para la recuperación, la generación de empleo y la reactivación económica, y la única forma de lograr la trasformación que se precisa.
Echando la vista atrás, a 2014, observamos, por ejemplo, cuánto de inteligentes han llegado a ser las Smart Grids y cómo los proyectos de Analytics, Big Data e IoT son cada vez más ambiciosos y contribuyen a dicha transición energética:
- En 2014, empezamos por aprovechar lo que llegaría ser el very Big Data de los contadores inteligentes para optimizar procesos como la facturación.
- Luego, pasamos a automatizar procesos como la detección de anomalías, el control del fraude, y empezar a transformar el mantenimiento de la red.
- A continuación, dejamos de centrarnos sólo en procesos operativos para gestionar la red en su conjunto: detectar puntos calientes en la red, evaluar el impacto de cambios en el mapa de consumidores, simular cambios en los elementos de la red, predecir su comportamiento, etc.
- Entonces, un nuevo modelo se impuso, gracias al desarrollo normativo, y nos centramos en responder a las necesidades de información de clientes, autoconsumidores y pequeños productores para ofrecerles nuevos productos smart, nuevos servicios digitales, y en definitiva medios que puedan contribuir a la eficiencia energética.
- En 2020 ya hemos superado todos esos estadios y, como en el caso del proyecto de I-DE “Gestión Técnica de Suministros. Sistema de Diagnóstico, Predicción y Simulación del estado eléctrico y de la red de Baja Tensión”, calculamos con muchísima más precisión la carga real de cada elemento de la red, para una gestión inteligente de los nuevos suministros, y el mantenimiento y la planificación de la red de BT, y el flujo real de cargas, tanto de consumo como de generación, gracias a nuevos algoritmos desarrollados por I-DE.
Estimamos que, en dos o tres años, todo esto estará de nuevo superado y, lo que es igual de importante, seremos capaces de extrapolar estos avances a las Redes Inteligentes de Gas, tal y como ya venimos haciéndolo para otras infraestructuras, como, por ejemplo, el mantenimiento de los Parques Eólicos.
¿Cuáles son hoy los retos para que las nuevas tecnologías logren un mayor nivel de eficiencia energética y sostenibilidad?
En Ibermática, ya en 2017, definimos un Plan Estratégico #VEN2020, centrado en la Transformación Digital y con ejes estratégicos como Smart Energy, Industria 4.0 y Smart Cities, entre otros.
Como resultado, hoy contamos con suficientes experiencias y proyectos en Energía y Utilities de Analítica Avanzada, Big Data, IoT, Movilidad, Automatización, Robotización, Cloud y Ciberseguridad para confirmar que las nuevas tecnologías mejoran el nivel de eficiencia energética o de sostenibilidad de nuestros clientes.
Sin embargo, a nivel estratégico, alcanzar un nuevo estadio requiere una visión integral y, por tanto, el reto es acometer:
- proyectos de transformación digital end-2-end, no por proceso y tecnología, sino proyectos cuyo alcance sea toda la cadena de valor;
- proyectos enfocados al binomio tecnología + personas, incluyendo en personas los distintos perfiles de usuarios como son gestores, técnicos, trabajadores en campo, etc.;
- proyectos basados en un ecosistema de partners que integre empresas tractoras, centros tecnológicos, start-ups y universidades;
De esta forma sí podremos obtener un mayor retorno de las inversiones, acelerar la Transformación Verde y conseguir, por fin, el nivel de resiliencia necesario para afrontar futuros cambios, problemas y crisis.
En el plano operativo, la receta está clara, puesto que ya hemos comprobado también cómo las metodologías ágiles, el paradigma DevOps y las plataformas cloud logran acortar tiempos, mejorar la calidad, cumplir mejor con las expectativas, etc. En este plano, el reto es extender este modelo a toda la organización y proyectos.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Atendiendo a las necesidades y prioridades de los clientes finales en cada momento.
Parece muy simple pero en realidad no lo es y, en Smart Energy, utilizamos las nuevas tecnologías, como movilidad, chatbots o analítica avanzada, no sólo para ofrecer mejores servicios sino para saber mucho más de las necesidades y prioridades de los clientes finales.
En este sentido, en Ibermática tenemos ya una larga experiencia en el desarrollo de canales digitales, servicios online, aplicaciones móviles, etc. Contamos con assets especializados en Movilidad, Social business, IA/Analytics, RPA/Digitalización de procesos y End User Services. Organizamos talleres de Design Thinking/UX para co-diseñar nuevos productos y herramientas, contando un equipo experto y certificado.
Sin embargo, a todo esto, hay que añadir que estamos en un momento en el que participamos en proyectos mucho más transformadores: proyectos que conseguirán el despegue de los productos/servicios smart en clientes residenciales; proyectos que transforman la relación con las empresas y su compra de energía.
Por ello, animamos a todas las empresas del sector a invertir en la digitalización de servicios desde esta perspectiva: desde un conocimiento mucho más profundo de los clientes, la participación en el diseño y, fundamental, la adaptación a sus prioridades.
¿Qué personas están implicadas hoy en los proyectos de transformación digital y eficiencia energética?
Por un lado, todos los proyectos y servicios transformadores que acometemos en Ibermática cuentan ya con la participación tanto del Negocio (Product Owner, Data Scientists, Key Users…) como de la Tecnología. Entre otros factores, la aplicación generalizada de las metodologías ágiles ha logrado este cambio y con ello, hoy en día, las responsabilidades están más claras, las decisiones se toman antes y la satisfacción final es mayor.
En otro plano, hemos observado una muy positiva evolución y, también hoy en día, CDOs, CIOs, CTOs y COOs trabajan mucho más alineados, contribuyendo al éxito final del proyecto. Entre nuestros clientes, nos encontramos ya pocas organizaciones en las que los CDOs no lideren el cambio y estén aún en el análisis de las posibilidades de la tecnología y la innovación.
Junto con esta evolución, otro cambio muy importante que hemos observado estos últimos años es la importancia del CFO para priorizar inversiones y proyectos con un retorno claro, que se debe estimar antes de aprobar la propia inversión, proyecto o contrato de servicios. Así, hacer un Business Case y estimar la reducción del OPEX forma parte de nuestro proceso de ofertas, siendo igual de importante que la propia solución técnica.
Es en estos KPIs donde es clave incluir la eficiencia energética, junto con la sostenibilidad, para lograr que los proyectos transformadores estén ya definidos para contribuir en este sentido, no relegándolo a ser un objetivo secundario.