Existe actualmente una preocupación creciente sobre el cambio climático y es necesaria una transformación en el modelo energético actual para conseguir suministro energético eficiente y sostenible. Tenemos a nuestra disposición una amplia gama de nuevas tecnologías muy avanzadas que nos pueden ayudar a reducir los gases de efecto invernadero, así como reducir la dependencia que tenemos de combustibles fósiles.
La producción fotovoltaica, la generación eólica y la hidráulica, apoyadas en otras tecnologías como la acumulación energética, van a permitir adaptar la generación de fuentes renovables intermitentes con la demanda de energía.
Las energías renovables pueden funcionar como un componente clave para proteger a los consumidores ante la variabilidad de los mercados internacionales de combustibles fósiles, de los que España es dependiente. Los combustibles fósiles suponen un 28,9% en la cesta eléctrica en España siendo uno de los países de la UE con mayor dependencia de importaciones de combustibles fósiles que representan el 74% del consumo de energía, por lo que hay mucho espacio para mejorar.
Tal y como destaca REE en su nota de prensa, “2020, el año de la energía más ‘verde’ gracias al récord en generación eólica y solar fotovoltaica”
Las energías renovables van a seguir creciendo durante los próximos años. Para ello contamos con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este plan hace una asignación de fondos en 10 políticas urgentes que han sido elegidas por su alta influencia sobre la actividad y el empleo y para la modernización de nuestra economía y sociedad. Una de estas políticas es la «Transición Energética Justa e Inclusiva» a la que se le ha asignado un significativo 8.9%. El plan movilizará en total 750.000 millones de euros durante los años 2021 a 2026, para mitigar el impacto socioeconómico causado por la pandemia.
Esta asignación a la «Transición energética justa e inclusiva» abarca políticas de descarbonización. Conviene saber que en 2020 el 56,4% de la energía eléctrica tiene procedencia nuclear y de otras fuentes no renovables. Además, incluye un «Despliegue masivo del parque de generación renovable dirigido al desarrollo de energía renovable eléctrica», y entre estas, la Estrategia Nacional de Autoconsumo.
Contamos en estos momentos con una tecnología que nos permite avanzar hacia una mayor descarbonización, un marco burocrático que ha avanzado y facilita progresivamente la legalización de las instalaciones renovables y unas políticas nacionales y europeas que fomentan estas energías renovables.