¿Qué papel juega la tecnología para conseguir que instituciones / ciudades / industrias / centros de datos / infraestructuras tecnológicas… mejoren su eficiencia energética?
¿Cuáles considera son las tendencias más relevantes en este ámbito?
Para que todos estos entes mejoren su eficiencia energética la tecnología va a tener un papel principal, pero no único. Siento que a la vez debe darse un liderazgo sostenible desde todos estos protagonistas, un liderazgo que tenga visión de conjunto, que se focalice en la implantación de nuevas tecnologías, a la vez que fomenta la investigación y la financiación, e incluso que vaya más allá, apoyando un desarrollo tecnológico en aquellos países menos favorecidos. No vale limitar la aplicación de tecnología únicamente a nuestro entorno.
Sacyr, como grupo líder de concesiones a nivel mundial, promueve la innovación y aplica nuevas tecnologías en múltiples geografías para mejorar la eficiencia energética. En nuestros mercados las tendencias más relevantes se dan en pavimentos e iluminación. En estas dos facetas somo pioneros y lideramos con ejemplos reales, fabricando pavimentos que reciclan numerosos neumáticos al final de su vida útil, con mayor duración y mejor comportamiento que las mezclas tradicionales, luminarias más eficientes, que reducen las emisiones de CO2, con mayor vida útil, realizadas con materiales reciclados y reutilizables en su mayoría tras el periodo de uso, etc.
¿El principal foco de interés del sector (¿Smart Buildings, Smart Cities, Industry 4?, Smart Data Center…) es la eficiencia energética? ¿Qué aporta la tecnología en este sentido?
La tecnología es el medio, tenemos que seguir innovando para llegar a ser más sostenibles, más eficientes, pero tenemos que hacerlo rápido. Considero que la mayor lección que hemos aprendido desde la pandemia es que el futuro es mas incierto de lo que creíamos y tenemos que acelerar la implantación de tecnologías eficientes para estar preparados cuanto antes y que el factor energético no tenga el peso que actualmente tiene en el devenir de muchas personas.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Tenemos que trabajar juntos para un mayor impacto. Desde las empresas podemos hacer nuestro propio esfuerzo, pero sin trabajar en conjunto con el sector público no podremos conseguir la transformación al nivel que se necesita. Desde las empresas, con nuestros recursos, tenemos la obligación de liderar el despliegue y empujar para que se produzca, pero los gobiernos a nivel local, autonómico o estatal deben fijar las reglas, invertir e incluso incentivar con beneficios fiscales.
En Sacyr llevamos tiempo comprometidos en la creación de valor compartido para todos los grupos de interés relacionados con nuestros proyectos. La eficiencia de las tecnologías se medirá también en como se benefician todos ellos, logrando un cambio social positivo.
¿Cómo le gustaría ver a España, desde el punto de vista de la competitividad energética, en el año 2030?
Espero que con un rol protagonista a nivel internacional. Nuestra posición geográfica, clima, la relevancia de nuestros puertos que pueden llegar a convertirse en hubs energéticos, y otros muchos factores, hacen que a priori se den las condiciones para ello.
A partir de ahí el mayor reto es político. Ojalá pueda haber consenso que no se limite a una legislatura, sino que tenga una perspectiva a largo plazo para que el liderazgo energético de nuestro país sea real.