Aplicar este enfoque a la tecnología tiene muchos beneficios. El más claro y fundamental es preservar las condiciones de habitabilidad de nuestro planeta. Además,
tiene implicaciones reputacionales para la empresa, así como en la motivación de las personas empleadas, en la fidelización de los clientes… Incluso los inversores ya hace tiempo que empezaron a tener en cuenta el criterio de sostenibilidad.
Este año, Gartner ha incorporado en su informe de tendencias “IT Sustainability”, un concepto más amplio que incorpora además la sostenibilidad de la propia empresa a largo plazo, con una mirada actualizada de los tres ejes de la ESG (medioambiental, social y gobernanza) mediante la tecnología.
La tecnología puede ser una palanca de cambio hacia un mundo mejor y más sostenible. La clave es crear soluciones que además de aportar valor de negocio, a la
vez sean capaces de reducir la huella de carbono. Las soluciones para la Industria 4.0 así como las dirigidas a las smart cities, smart buildings o la smart mobility se seguirán apoyando en la sensórica, el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y la nube para crear fábricas más eficientes pero también más seguras para sus trabajadores, ciudades más habitables para sus ciudadanos, con soluciones de movilidad que sean capaces de regular las emisiones (ZBE) a la vez que reducir los atascos con más y mejores datos en tiempo real, soluciones para una mejor gestión de los residuos, soluciones para el control y autogeneración energética de los edificios, soluciones inteligentes para mejorar la autonomía de nuestros mayores en sus propias casas, y un largo etcétera.
Tradicionalmente, se ha asociado que el uso intensivo de las tecnologías comportaba un retroceso medioambiental, es decir, un aumento de las emisiones de carbono. Entonces, ¿qué ha cambiado para que ahora podamos afirmar lo contrario? ¿No estaremos empeorando la situación al promover el uso de la tecnología? Veámoslo a través del cloud, que es donde se generan cada vez más las cargas de trabajo computacionales y precisamente uno de los principales impulsores del cambio.
Cloud cero neto
El compromiso cero neto es un compromiso que han asumido muchas empresas para reducir su impacto ambiental. Básicamente, se trata de un compromiso de alcanzar un equilibrio (y en último término igualar) la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emiten y la cantidad que son retiradas de la atmósfera. En el contexto de los proveedores de cloud público, el compromiso cero neto significa que se están comprometiendo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (por ejemplo, mediante el uso de energías renovables en sus centros de datos) y a compensar las emisiones que no puedan ser eliminadas completamente (por ejemplo, mediante la inversión en proyectos de carbono neutro o la compra de créditos de carbono). Veamos a continuación los compromisos de los principales cloud públicos:
- Amazon Web Services (AWS) ha establecido el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2040, es decir, cero emisiones netas de carbono en todas
sus operaciones globales. Para lograr este objetivo, AWS ha establecido varios compromisos, como el uso de energías renovables, la eficiencia energética en
sus centros de datos y la inversión en proyectos de reducción de emisiones. - Microsoft ha establecido el objetivo de ser carbono negativo para el año 2030, es decir, retirar más carbono de la atmósfera del que emiten. Para lograr este
objetivo, Microsoft ha establecido varios compromisos, como el uso de energías renovables, la eficiencia energética en sus centros de datos, la inversión en
tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, y la eliminación del carbono histórico. - Google ha establecido el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2030, es decir, cero emisiones netas de carbono en todas sus operaciones
globales. Para lograr este objetivo, Google ha establecido varios compromisos, como el uso de energías renovables, la eficiencia energética en sus centros de
datos, y la inversión en proyectos de reducción de emisiones.
Este compromiso de los proveedores de cloud público es una oportunidad para todos, pues nos permite reducir nuestra propia huella de carbono al elegir
proveedores que están comprometidos con la sostenibilidad ambiental. En este sentido, nos podemos beneficiar incluso de herramientas específicas que los cloud
públicos han puesto a disposición de todos para calcular las emisiones de nuestras cargas de trabajo en el cloud y el ahorro que suponen respecto alternativas onpremise.
Por tanto, la migración al cloud se presenta en la actualidad como uno de los mejores caminos que podemos recorrer todas las empresas para reforzar nuestro compromiso con el medio ambiente y reducir nuestras emisiones. En SEIDOR Opentrends definimos el mejor camino de migración para cada cliente teniendo en cuenta su situación de partida, la cantidad y tipología de sistemas legacy, las oportunidades de modernización de aplicaciones… y tambiénimplantamos cualquier nuevo desarrollo en cloud native, esto es, diseñado y desarrollado específicamente para ser implementado y ejecutado en la nube.