Las políticas, la evolución del mercado de las soluciones de energía renovable y la tecnología digital son factores clave en la transformación hacia un modelo energético más eficiente, sin olvidar que la sociedad tiene una concienciación creciente de sostenibilidad que se refleja en un consumo de electricidad más responsable y un crecimiento elevado del autoconsumo. Al margen de las variaciones de demanda energética global, la energía cada vez más se produce y se consume en las redes de distribución sin utilizar las grandes infraestructuras de generación y transporte. Gestionar estos flujos de energía en los niveles de baja tensión de las redes de distribución de electricidad, que suponen más del 50% de su longitud del total, solo es posible mediante la digitalización, con elementos que supervisan, controlan y comunican en tiempo real el estado de su funcionamiento, cada vez más complejo. Esta digitalización de las redes de distribución de electricidad tiene que ir acompañada de la digitalización de los procesos existentes de un distribuidor eléctrico, pero también de la aparición de nuevos procesos nativos digitales, lo que implica una gran evolución de las soluciones IT.
El nuevo ecosistema digital nace para la cobertura de las necesidades de eficiencia energética de nuestros clientes, la disponibilidad total para el tránsito de la energía, la gestión ordenada y cibersegura de la enorme cantidad de datos que se están generando y una operación segura de las redes.