Junto con los avances tecnológicos, en IFS hemos sido testigos de cómo las organizaciones europeas se enfrentan a una creciente presión por apoyar el camino hacia la sostenibilidad, independientemente del sector en el que operen. Como líder en software empresarial en la nube y en IA Industrial, vemos cómo esta transformación se ha vuelto clave para garantizar la competitividad a largo plazo. La cada vez más corta línea de tiempo, aunque desafiante, ha acelerado la innovación, favoreciendo la aparición de soluciones que hace solo unos años eran impensables.
En este contexto, la digitalización industrial juega un papel clave en la transformación de sectores complejos como, por ejemplo, la exploración y producción de petróleo y gas. La adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización y el aprendizaje automático está redefiniendo las operaciones empresariales, lo que permite a las organizaciones abordar los retos de manera más eficiente.
De hecho, según una reciente encuesta de Ernst & Young, el 92% de las empresas de este sector en todo el mundo están invirtiendo en IA o tienen previsto hacerlo en los próximos cinco años. Y lo que es más importante, el 50% de los ejecutivos ya están utilizando la IA para resolver desafíos dentro de sus organizaciones. Incluso el Foro Económico Mundial sugiere que, para 2025, la adopción a gran escala de la IA en la industria podría suponer un ahorro de costes del 10-20%.
Además, esta apuesta tecnológica sienta las bases de lo que será un futuro dirigido hacia la descarbonización ya que, no solo mejora la eficiencia operativa y minimiza los costes, sino que también, contribuye a la reducción de la dependencia de energías fósiles, y optimiza el consumo de recursos.
¿Cómo? A través de la optimización del inventario y la planificación estratégica de la cadena de suministro. En este sentido, el análisis de IA permite a las organizaciones identificar patrones en el consumo de recursos, mejorar la adquisición de componentes y reducir el desperdicio.
Precisamente, desde IFS, como proveedor líder de software empresarial en la nube e IA Industrial, estamos viendo cómo la integración de nuestras soluciones permite a nuestros clientes reducir su huella de carbono y mejorar su rendimiento operativo. En particular, la gestión de activos basada en IA permite optimizar el mantenimiento predictivo, reduciendo fallos y tiempos de inactividad, lo que repercute en una mayor eficiencia y sostenibilidad.
Asimismo, el ecosistema energético está evolucionando hacia modelos más descentralizados y sostenibles, con la integración de fuentes renovables y redes inteligentes. Las centrales eléctricas virtuales (VPP) se han convertido en una pieza clave de esta transformación, permitiendo a empresas y consumidores consolidar la generación de energía distribuida además de mejorar la estabilidad del sistema eléctrico. Es más, se espera que la adopción de VPP aumente en más de un 20% hacia 2030, lo que impulsará un modelo energético más flexible y resiliente.
Por último, las inversiones en tecnología de optimización de activos están aumentando, respaldando la toma de decisiones basada en datos. Actualmente, más del 90% de los grandes proyectos energéticos experimentan sobrecostes o retrasos debido a estimaciones inexactas. La incorporación de soluciones de análisis avanzado y modelos predictivos será así la clave del éxito por excelencia.