Articulo
07 marzo 2025

Digitalización para la sostenibilidad: retos y oportunidades en la transformación de ciudades y territorios

La eficiencia energética y la sostenibilidad dependen cada vez más de la digitalización como herramienta de transformación. Optimizar el consumo energético, reducir el impacto ambiental y garantizar infraestructuras digitales accesibles son retos clave que requieren estrategias innovadoras y una colaboración efectiva entre administraciones y el sector tecnológico. En este informe, analizamos cómo la digitalización puede actuar como palanca de cambio para impulsar una transición más eficiente, resiliente y sostenible en ciudades y territorios.

La eficiencia energética y la sostenibilidad dependen cada vez más de la digitalización como herramienta de transformación. En un coloquio organizado por la Plataforma enerTIC, representantes de administraciones públicas, y empresas asociadas analizaron los principales desafíos y oportunidades que plantea la digitalización para optimizar el consumo energético y avanzar hacia ciudades y territorios más sostenibles. En este resumen, que se ampliará próximamente en un informe, se recogen las reflexiones, estrategias y conclusiones surgidas del debate, destacando el papel de la innovación, la interoperabilidad y la colaboración público-privada en la transición hacia entornos más resilientes y eficientes.

Barreras para la digitalización y sostenibilidad en las ciudades y territorios

La transición hacia modelos más eficientes y sostenibles en las ciudades y territorios presenta una serie de barreras que dificultan su implementación. La digitalización se posiciona como una herramienta clave para optimizar la eficiencia energética y mejorar la sostenibilidad, pero su adopción enfrenta desafíos administrativos, económicos y estructurales que requieren soluciones coordinadas.

Uno de los principales obstáculos identificados es la dificultad de acceso y gestión de ayudas europeas, especialmente en municipios con menos recursos. La complejidad burocrática y los exigentes requisitos administrativos limitan la capacidad de muchas administraciones locales para acceder a financiación destinada a proyectos de digitalización y eficiencia energética. Como consecuencia, los avances en sostenibilidad y optimización del consumo energético se ven ralentizados, generando una brecha en el desarrollo tecnológico entre territorios con mayores y menores capacidades de gestión.

Además, la modernización de las administraciones públicas es un factor crucial para el éxito de la transición. La falta de adopción de herramientas digitales adecuadas y la resistencia al cambio dentro de algunas estructuras organizativas dificultan la puesta en marcha de soluciones innovadoras. Agilizar los procesos administrativos y formar a los equipos en la aplicación de tecnologías enfocadas a la eficiencia energética se vuelve una necesidad prioritaria.

Otro desafío relevante es la escasez de personal especializado en digitalización y sostenibilidad dentro de los gobiernos locales. La falta de conocimientos técnicos dificulta la adopción de modelos avanzados de gestión energética y la integración de soluciones digitales en la planificación urbana. Para abordar esta situación, es clave promover programas de formación continua y establecer mecanismos que faciliten la atracción de talento especializado a la administración pública.

Finalmente, la viabilidad económica de la transformación digital y energética es un aspecto determinante. La inversión en infraestructuras digitales debe estar alineada con modelos de financiación sostenibles y un marco normativo que facilite su desarrollo. La falta de estabilidad en la financiación de proyectos a largo plazo puede comprometer la continuidad de las iniciativas, lo que refuerza la necesidad de una planificación estratégica que garantice el impacto positivo de la digitalización en la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Superar estas barreras requiere una colaboración efectiva entre administraciones, sector privado y otros actores clave. Con estrategias bien definidas y una gestión eficiente de los recursos, es posible avanzar hacia ciudades y territorios más sostenibles, donde la digitalización actúe como una palanca para la optimización del consumo energético y la reducción del impacto ambiental.

La falta de infraestructuras digitales en municipios pequeños limita su capacidad para adoptar soluciones avanzadas de gestión energética y sostenibilidad.

Estrategia energética y eficiencia en el consumo

La transición hacia una estrategia energética eficiente es clave para garantizar la sostenibilidad de las ciudades y territorios. La combinación de fuentes renovables, la optimización del consumo y la implementación de modelos de gestión energética avanzados son elementos fundamentales en este proceso. La digitalización desempeña un papel crucial en esta estrategia, proporcionando herramientas para mejorar la planificación y reducir el desperdicio energético.

Uno de los puntos centrales en el debate sobre la estrategia energética es la necesidad de establecer un modelo claro y estructurado que facilite la integración de energías renovables en la matriz energética. A pesar del creciente desarrollo de fuentes como la solar y la eólica, su intermitencia sigue representando un desafío para garantizar un suministro estable. La digitalización permite desarrollar soluciones que optimicen el almacenamiento de energía y mejoren la previsión de la demanda, reduciendo la dependencia de fuentes no renovables.

La eficiencia energética también juega un papel determinante en la reducción del consumo y el impacto ambiental. La implementación de sistemas inteligentes de gestión energética en edificios, infraestructuras y redes de transporte permite minimizar el desperdicio y maximizar el aprovechamiento de los recursos. Tecnologías como la sensorización avanzada, el análisis de datos en tiempo real y la automatización contribuyen a mejorar la eficiencia en sectores clave, promoviendo un uso más racional de la energía.

En este contexto, la electrificación es un factor clave para avanzar en la sostenibilidad. Sin embargo, su éxito depende de una infraestructura energética capaz de soportar un mayor consumo sin comprometer la estabilidad de la red. La digitalización facilita la gestión de la demanda y permite ajustar la distribución de la energía en función de las necesidades en tiempo real, optimizando el uso de la capacidad instalada.

Por otro lado, los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) han surgido como una herramienta que permite incentivar la eficiencia en el consumo energético. No obstante, su implementación en el sector público enfrenta barreras administrativas y legales que dificultan su monetización. La adaptación del marco normativo para permitir su uso generalizado y facilitar su integración en estrategias de sostenibilidad es un paso necesario para aprovechar su potencial.

Para garantizar el éxito de una estrategia energética eficiente, es imprescindible una planificación a largo plazo que contemple la evolución tecnológica y las necesidades futuras de los territorios. La digitalización, aplicada de manera estratégica, permite optimizar la generación, distribución y consumo de energía, contribuyendo a un modelo más sostenible y eficiente en el uso de los recursos.

La digitalización es una palanca clave para mejorar la eficiencia energética y avanzar hacia un modelo más sostenible en ciudades y territorios.

Gobernanza y marco normativo para la transformación digital

La transformación digital y la transición hacia un modelo energético sostenible requieren un marco normativo adecuado que impulse la innovación sin generar incertidumbre. La adaptación de la legislación a la evolución tecnológica es fundamental para garantizar que la digitalización actúe como un facilitador de la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Uno de los principales retos en este ámbito es la simplificación de los trámites administrativos. La burocracia excesiva ralentiza la implementación de proyectos innovadores y limita la capacidad de los municipios para adoptar nuevas soluciones digitales. Es necesario agilizar los procesos de aprobación y establecer mecanismos que permitan la experimentación regulada de tecnologías emergentes.

Además, la falta de armonización entre las distintas normativas locales, nacionales y europeas dificulta la escalabilidad de los proyectos digitales y energéticos. La coordinación entre administraciones es clave para evitar contradicciones regulatorias y crear un entorno estable para la inversión en tecnologías sostenibles.

El marco regulatorio también debe garantizar que la digitalización no solo mejore la eficiencia, sino que lo haga de manera equitativa. Es fundamental que las normativas incluyan incentivos para la adopción de soluciones digitales en territorios con menor capacidad de inversión, evitando que la transformación digital genere nuevas desigualdades.

Por último, la colaboración entre el sector público y privado es esencial para diseñar regulaciones que fomenten la innovación sin comprometer la seguridad ni la estabilidad del sistema energético. La creación de espacios de prueba o «sandboxes regulatorios» puede facilitar la validación de nuevas tecnologías en un entorno controlado antes de su despliegue masivo, reduciendo riesgos e incertidumbre.

Un marco normativo flexible y adaptado a la realidad tecnológica permitirá que la digitalización actúe como una palanca para la sostenibilidad, garantizando que las ciudades y territorios puedan avanzar hacia modelos más eficientes sin verse limitados por barreras regulatorias innecesarias.

La transformación digital de las administraciones públicas es imprescindible para agilizar la gestión de proyectos de eficiencia energética y sostenibilidad.

Patrocinadores

Brecha digital y desigualdad territorial

La brecha digital sigue siendo uno de los grandes desafíos en la transformación digital y energética de las ciudades y territorios. La desigualdad en el acceso a infraestructuras tecnológicas y la conectividad limitan la capacidad de muchos municipios para beneficiarse de las oportunidades que brinda la digitalización en términos de eficiencia energética y sostenibilidad.

Uno de los principales problemas en este ámbito es la falta de conectividad en municipios pequeños y zonas rurales. La ausencia de redes de fibra óptica y la escasa cobertura de redes móviles dificultan la implementación de soluciones digitales para la optimización del consumo energético y la mejora de la sostenibilidad. Sin una infraestructura adecuada, la digitalización no puede desplegarse de manera efectiva en estos territorios, lo que genera desigualdades entre áreas urbanas y rurales.

Además, el impacto de la despoblación agrava la situación en muchas regiones. La reducción de la población y el envejecimiento de la misma disminuyen la demanda de servicios digitales, lo que desincentiva la inversión en infraestructuras tecnológicas. Este círculo vicioso perpetúa la brecha digital y limita las oportunidades de desarrollo sostenible en estos territorios.

Otro factor relevante es la necesidad de alfabetización digital y formación en competencias tecnológicas. La falta de conocimiento sobre herramientas digitales impide que ciudadanos y administraciones públicas aprovechen al máximo las ventajas de la digitalización en la gestión energética. Es fundamental impulsar programas de formación que permitan a la población adaptarse a los nuevos modelos de gestión y aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización en términos de eficiencia y sostenibilidad.

Para reducir la brecha digital y garantizar un acceso equitativo a la digitalización, es necesario un esfuerzo coordinado entre administraciones públicas y sector privado. La inversión en infraestructuras tecnológicas, el fomento de la educación digital y la implementación de incentivos para el desarrollo de soluciones adaptadas a entornos rurales son claves para avanzar hacia un modelo más equilibrado y sostenible. Sin una estrategia clara en este ámbito, la transformación digital y energética corre el riesgo de profundizar aún más las desigualdades territoriales en lugar de reducirlas.

Innovación y soluciones tecnológicas para la sostenibilidad

La digitalización y el uso de nuevas tecnologías se han consolidado como herramientas fundamentales para mejorar la eficiencia energética y avanzar en la sostenibilidad de las ciudades y territorios. La implementación de soluciones innovadoras permite optimizar el consumo de energía, reducir el impacto ambiental y facilitar la toma de decisiones basada en datos en tiempo real.

Uno de los avances más relevantes en este ámbito es la implementación de gemelos digitales. Estas réplicas virtuales de infraestructuras urbanas permiten analizar y simular diferentes escenarios, optimizando la planificación y gestión de los recursos energéticos. La digitalización de edificios, redes de transporte y sistemas de alumbrado público facilita la identificación de ineficiencias y la adopción de medidas correctivas antes de que se produzcan desperdicios innecesarios de energía.

El desarrollo de espacios urbanos inteligentes también está transformando la forma en que se gestiona la sostenibilidad en las ciudades. La integración de sensores IoT y redes 5G permite obtener datos en tiempo real sobre consumo energético, calidad del aire y movilidad urbana, facilitando una gestión más eficiente de los recursos. Estas tecnologías no solo permiten la optimización del uso de la energía, sino que también mejoran la calidad de vida de los ciudadanos al ofrecer soluciones más adaptadas a sus necesidades.

Asimismo, la implementación de plataformas de gestión energética inteligente se ha convertido en una pieza clave en la digitalización del sector. Gracias al uso de inteligencia artificial y análisis de big data, estas plataformas permiten optimizar el consumo de energía en edificios, infraestructuras industriales y redes de distribución. Su capacidad para anticipar la demanda y ajustar el suministro en función de las necesidades en tiempo real contribuye significativamente a la eficiencia del sistema energético.

Otra de las innovaciones destacadas en este ámbito es el uso de estándares abiertos y software de código abierto en la digitalización de infraestructuras energéticas y urbanas. La adopción de estas tecnologías permite reducir la dependencia de proveedores específicos, mejorar la interoperabilidad de los sistemas y garantizar una mayor flexibilidad en la integración de soluciones. Los sistemas SCADA de código abierto son un ejemplo relevante, ya que facilitan la monitorización y control remoto de infraestructuras energéticas sin las limitaciones impuestas por sistemas propietarios. Además, la estandarización en plataformas de ciudad inteligente asegura la compatibilidad entre distintos dispositivos y aplicaciones, fomentando un ecosistema digital más accesible y eficiente.

Por último, la promoción de estándares abiertos en las plataformas de ciudad inteligente es un factor clave para garantizar la interoperabilidad de los sistemas y evitar la fragmentación tecnológica. La adopción de soluciones basadas en estándares europeos permite que diferentes administraciones y sectores trabajen de manera conjunta, facilitando la implementación de estrategias de eficiencia energética y sostenibilidad a gran escala. Iniciativas como el uso de protocolos abiertos en redes de sensores, plataformas de gestión urbana interoperables y arquitecturas modulares refuerzan la resiliencia y adaptabilidad de las ciudades inteligentes.

El avance de estas tecnologías representa una oportunidad clave para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental en las ciudades y territorios. Sin embargo, para que estas soluciones sean efectivas, es fundamental garantizar su accesibilidad, fomentar la inversión en innovación y asegurar que los marcos normativos favorezcan su adopción sin generar barreras innecesarias.

La optimización del consumo energético y la reducción del impacto ambiental dependen de estrategias digitales que permitan gestionar en tiempo real la demanda y la generación.

El papel de la colaboración público-privada

La colaboración entre el sector público y privado juega un papel fundamental en la transición digital y energética de las ciudades y territorios. La puesta en marcha de soluciones innovadoras y sostenibles requiere de una cooperación estrecha entre administraciones, empresas tecnológicas y otros actores clave que permitan compartir conocimientos, recursos e infraestructuras.

Uno de los aspectos clave de esta colaboración es la definición de objetivos y hojas de ruta comunes que aseguren la continuidad de los proyectos a largo plazo. Para que la digitalización realmente impulse la eficiencia energética y la sostenibilidad, es fundamental que las estrategias públicas y privadas estén alineadas y trabajen con un enfoque común, evitando iniciativas fragmentadas o duplicadas.

Las empresas privadas pueden desempeñar un papel clave como agentes transversales en este proceso. Gracias a su conocimiento en la aplicación de tecnologías digitales y su experiencia en la optimización de infraestructuras, pueden contribuir a la modernización del sector energético y urbano. Su participación no solo facilita el desarrollo de soluciones innovadoras, sino que también permite acelerar la implementación de proyectos a gran escala.

Un ejemplo destacado en este ámbito es Rozas Innova, que ha impulsado proyectos de digitalización para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad a través de la colaboración con empresas tecnológicas. Este modelo de innovación abierta demuestra cómo la cooperación público-privada puede acelerar la transformación digital y generar soluciones adaptadas a las necesidades de los municipios.

Además, es fundamental fomentar el emprendimiento y la innovación en el ámbito de la sostenibilidad y la digitalización. Apoyar startups y empresas emergentes que desarrollen soluciones tecnológicas orientadas a la eficiencia energética puede generar nuevas oportunidades de optimización para los territorios. En este sentido, la creación de programas de incubación y financiación de proyectos innovadores puede ser una vía efectiva para incentivar la participación del sector privado en la transformación digital y energética.

Por otro lado, la colaboración público-privada debe estar respaldada por marcos normativos que garanticen su efectividad. Es necesario establecer mecanismos de regulación que favorezcan la inversión en digitalización y sostenibilidad sin generar incertidumbre o barreras excesivas para las empresas. La simplificación de trámites y la creación de entornos regulatorios flexibles pueden facilitar la implementación de soluciones avanzadas.

En definitiva, la cooperación entre administraciones y sector privado es clave para garantizar el éxito de la transformación digital y energética de las ciudades y territorios. Con estrategias conjuntas bien definidas y un compromiso real por parte de todos los actores involucrados, es posible avanzar hacia un modelo más sostenible y eficiente, donde la digitalización sea una herramienta al servicio de la optimización energética y la mejora del entorno urbano.

Conclusiones

El avance hacia un modelo energético y digital más eficiente y sostenible requiere un enfoque estratégico que combine la modernización administrativa, la inversión en infraestructura y la colaboración entre distintos actores. La digitalización no debe entenderse como un fin en sí mismo, sino como una herramienta clave para optimizar el consumo energético y mejorar la sostenibilidad de ciudades y territorios.

Uno de los aspectos más destacados de este análisis es la necesidad de superar barreras estructurales como la falta de financiación accesible, la burocracia excesiva y la escasez de talento especializado en el ámbito de la digitalización y la eficiencia energética. La eliminación de estos obstáculos facilitaría la implementación de soluciones innovadoras y la adopción de nuevas tecnologías a nivel municipal.

Asimismo, la brecha digital y la desigualdad territorial siguen siendo retos importantes que deben abordarse de manera prioritaria. Sin una infraestructura adecuada y sin acceso equitativo a la digitalización, muchos municipios quedarán rezagados en la transición hacia la eficiencia energética y la sostenibilidad. La inversión en conectividad y la formación en competencias digitales son factores esenciales para reducir estas diferencias.

Las soluciones tecnológicas avanzadas, como los gemelos digitales, las plataformas de gestión energética y los sistemas interoperables, han demostrado su potencial para optimizar el uso de los recursos energéticos. Sin embargo, su éxito depende de la existencia de un marco normativo flexible que favorezca su implementación sin generar inseguridad jurídica.

Finalmente, la colaboración público-privada se erige como un pilar fundamental en la transición digital y energética. Ejemplos como Rozas Innova reflejan cómo la cooperación entre administraciones y empresas puede acelerar la modernización y el desarrollo de soluciones adaptadas a las necesidades reales de los municipios.

En conclusión, la transformación digital debe estar alineada con los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética. Para ello, es imprescindible establecer estrategias bien definidas, marcos regulatorios adecuados y modelos de colaboración que permitan la evolución hacia territorios más resilientes, conectados y sostenibles.

 

Retos identificados

A lo largo del desayuno-coloquio se identificaron una serie de retos clave que afectan a la digitalización y sostenibilidad de las ciudades y territorios. Estos desafíos deben abordarse de manera estratégica para garantizar un sistema más eficiente, resiliente y competitivo.

  • Interoperabilidad de sistemas y dependencia de proveedores únicos: La falta de estándares abiertos dificulta la integración de diferentes soluciones tecnológicas y genera dependencia de proveedores específicos, limitando la flexibilidad y escalabilidad de los sistemas.
  • Desafíos en la integración de energías renovables: La intermitencia de las fuentes renovables como la solar y la eólica requiere infraestructuras más flexibles y mecanismos eficientes de almacenamiento para garantizar un suministro energético estable y sostenible.
  • Dificultades en la implementación de Certificados de Ahorro Energético (CAEs) en la administración pública: Existen barreras administrativas y normativas que dificultan que los ayuntamientos puedan beneficiarse de estos mecanismos para financiar proyectos de eficiencia energética.
  • Desigualdad en la infraestructura digital entre territorios: La falta de conectividad en municipios pequeños y zonas rurales limita la capacidad de aplicar soluciones digitales para la gestión energética y la sostenibilidad.
  • Rigidez del marco normativo para la transformación digital y energética: La legislación no evoluciona al mismo ritmo que la tecnología, lo que genera incertidumbre y frena la adopción de soluciones innovadoras en la digitalización y eficiencia energética.

Tras analizar los mismos, el Comité de Expertos Tecnologías disruptivas en Smart Cities para la mejora de la Eficiencia Energética y Sostenibilidad escogerá uno de ellos y desarrollará un informe “El Reto” con una propuesta de soluciones al mismo.

¿Te ha parecido útil este contenido?

 

bool(true) object(WP_Post)#14198 (24) { ["ID"]=> int(3021) ["post_author"]=> string(1) "2" ["post_date"]=> string(19) "2019-05-20 16:03:52" ["post_date_gmt"]=> string(19) "2019-05-20 14:03:52" ["post_content"]=> string(0) "" ["post_title"]=> string(7) "enerTIC" ["post_excerpt"]=> string(0) "" ["post_status"]=> string(7) "publish" ["comment_status"]=> string(4) "open" ["ping_status"]=> string(4) "open" ["post_password"]=> string(0) "" ["post_name"]=> string(7) "enertic" ["to_ping"]=> string(0) "" ["pinged"]=> string(0) "" ["post_modified"]=> string(19) "2022-10-19 10:52:29" ["post_modified_gmt"]=> string(19) "2022-10-19 08:52:29" ["post_content_filtered"]=> string(0) "" ["post_parent"]=> int(0) ["guid"]=> string(48) "https://enertic.plug-in.es/organizacion/enertic/" ["menu_order"]=> int(0) ["post_type"]=> string(12) "organizacion" ["post_mime_type"]=> string(0) "" ["comment_count"]=> string(1) "0" ["filter"]=> string(3) "raw" }
array(3) { [0]=> int(267) [1]=> int(74) [2]=> int(200) } bool(false)