Cuáles dirías que son los principales retos en la evolución hacia una mayor sostenibilidad y digitalización, y qué oportunidades detectas para superarlos con el apoyo del ecosistema tecnológico y energético?
Uno de los principales retos en esta evolución es la integración de tecnologías emergentes en infraestructuras energéticas que, en muchos casos, aún operan con sistemas legados. Esta transición no solo exige inversiones en tecnología, sino también una transformación cultural dentro de las organizaciones, que deben adoptar una mentalidad más ágil, colaborativa y orientada a datos. La gestión eficiente de datos operacionales es clave para habilitar decisiones más inteligentes, sostenibles y basadas en evidencia. El ecosistema tecnológico y energético ofrece oportunidades valiosas para superar estos desafíos, especialmente a través de soluciones de automación de operaciones, inteligencia artificial aplicada a la previsión de demanda y mantenimiento predictivo, plataformas interoperables que permiten una visión holística de los activos, y modelos de negocio más flexibles y centrados en el consumidor.
Quiénes crees que están siendo los principales impulsores del cambio, y qué acciones podrían reforzar para acelerar la transformación y relacionarla con la competitividad? ¿Qué proyectos estáis llevando a cabo en este sentido?
En mi opinión, los principales impulsores del cambio son las empresas energéticas, los reguladores y las empresas tecnológicas. Las energéticas están liderando la digitalización de las redes y la adopción de modelos más descentralizados y resilientes. Los reguladores, por su parte, están abriendo el mercado a nuevos actores y modelos de negocio, promoviendo la competencia y la eficiencia. Las tecnológicas aportan escalabilidad, innovación y nuevas capacidades analíticas. Para acelerar esta transformación y vincularla directamente con la competitividad, es fundamental reforzar acciones como el fomento de comunidades energéticas, la interoperabilidad de sistemas, el incentivo a la flexibilidad energética y la creación de marcos regulatorios que favorezcan la innovación. En nuestro caso, estamos desarrollando proyectos de digitalización tanto en el entorno IT como OT, con la implementación de sensores IoT, plataformas de visualización de datos operacionales y herramientas de análisis predictivo que permiten una gestión más eficiente, proactiva y orientada al cliente.
Qué tendencias tecnológicas y energéticas consideras que marcarán los próximos años en tu ámbito de actividad y por qué? ¿Qué tipo de soluciones te parecen más prometedoras?
Entre las tendencias que marcarán los próximos años destaco el almacenamiento energético distribuido, la inteligencia artificial aplicada a la operación de activos y la incorporación del hidrógeno verde como vector de descarbonización. Estas tecnologías no solo permiten una mayor integración de fuentes renovables, sino que también abren nuevas posibilidades para la gestión activa de la demanda, la resiliencia del sistema y la eficiencia operativa. Las soluciones más prometedoras serán aquellas que combinen sostenibilidad, flexibilidad y digitalización, como los contratos inteligentes para la comercialización de energía, las plataformas de gestión energética integradas y los sistemas de respuesta a la demanda basados en datos en tiempo real.
En la compleja coyuntura actual, ¿cómo crees que pueden contribuir compañías energéticas, utilities y empresas tecnológicas a que otros sectores avancen en su propia twin transition? ¿Qué tipo de colaboración te gustaría ver?
En este contexto, las compañías energéticas, utilities y empresas tecnológicas tienen un papel fundamental como habilitadores de la twin transition en otros sectores. Pueden contribuir compartiendo infraestructuras digitales, promoviendo modelos colaborativos como los PPA virtuales, desarrollando soluciones sectoriales específicas y fomentando la educación cruzada entre sectores. Me gustaría ver más consorcios internacionales y multisectoriales y laboratorios vivos donde se puedan testar soluciones en entornos reales, acelerando así la adopción tecnológica, la descarbonización y la transformación digital de forma coordinada y escalable.
Qué temas, áreas y tecnologías crees que marcarán la agenda para los futuros avances en la twin transition?
Los temas que marcarán la agenda futura incluyen la descarbonización profunda de procesos industriales, la movilidad verde, la digitalización avanzada des entorno energetico, la ciberseguridad energética como pilar de la resiliencia, y la economía circular aplicada al sector energético. Tecnologías como el edge computing, la automatización inteligente, la trazabilidad energética y los sistemas de almacenamiento híbrido también tendrán un papel clave en esta evolución. La convergencia entre sostenibilidad y digitalización será el eje central de la competitividad futura.
Qué papel crees que juegan eventos como el Smart Energy Congress 2025 a la hora de identificar retos y oportunidades en la twin transition, promover sinergias y acelerar la colaboración entre los principales sectores (energía y utilities, industria, tecnología, AAPP…)?
Eventos como el Smart Energy Congress 2025 son plataformas estratégicas para identificar retos comunes, compartir casos de éxito y generar sinergias entre los principales sectores implicados en la twin transition. Reúnen a líderes de energía, industria, tecnología y administración pública en un entorno propicio para el diálogo, la innovación y la colaboración. Además, permiten visibilizar proyectos transformadores, posicionar a las empresas como referentes en sostenibilidad e inteligencia energética, y acelerar la adopción de soluciones que impactan positivamente en la competitividad y la transición ecológica y digital.