La sostenibilidad se ha convertido en un factor decisivo de competitividad. Las compañías que logren integrar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza en su modelo operativo, apoyadas en tecnología y datos de calidad, serán las que marquen el paso en la nueva economía industrial.
Europa ha asumido el compromiso de ser el primer continente climáticamente neutro en 2050. Pero más allá del cumplimiento normativo, la clave está en gestionar la sostenibilidad como un eje de rendimiento empresarial. Las organizaciones que entienden los datos ESG como información estratégica, y no solo como obligación de reporte, están ganando eficiencia, resiliencia y confianza del mercado.
Las tecnologías habilitadoras, como la inteligencia artificial, la automatización, la analítica avanzada y las soluciones Cloud, están transformando la manera de gestionar la sostenibilidad. Permiten recopilar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, reducir errores y liberar a los equipos de tareas manuales para centrarse en la estrategia. Precisamente, en sectores industriales, la IA ayuda ya a optimizar rutas de servicio, planificar el mantenimiento predictivo o dirigir los planes de descarbonización hacia las áreas de mayor impacto.
En IFS, la sostenibilidad forma parte de nuestro núcleo de innovación. Soluciones como IFS Sustainability Management o el nuevo módulo de Emissions Management, desarrollado junto a Climatiq, permiten automatizar el cálculo de emisiones y transformar los datos operativos en decisiones empresariales sostenibles. Estas herramientas integran la sostenibilidad en la gestión diaria y facilitan el cumplimiento de directivas como la CSRD, sin añadir complejidad a los procesos.
Los beneficios son claros. Mayor eficiencia, reducción de costes y mejora de la transparencia ante clientes e inversores. De hecho, diferentes estudios confirman que las empresas con estrategias ESG consolidadas logran incrementar su rentabilidad operativa hasta en un 60%, impulsadas por la innovación y la optimización de recursos.
La sostenibilidad, apoyada en la tecnología, deja de ser un ejercicio meramente de reporte para convertirse en gestión del rendimiento. Y en IFS lo tenemos claro, la inteligencia artificial industrial y la colaboración entre sectores serán los grandes aceleradores de esta transformación.
Bajo esta premisa, las empresas que combinen propósito, transparencia y tecnología estarán no solo cumpliendo con las normas, sino liderando un cambio real hacia una industria más competitiva, sostenible y preparada para el futuro.









