Articulo
11 octubre 2018

¿A quién debes asignar el seguimiento de blockchain en tu organización?

Muy rara vez llega una tecnología tan versátil y revolucionaria como es el blockchain. Tan raramente, de hecho, que nuestros patrones típicos de procesar la innovación no funcionan. Es una tecnología que rompe los modelos, nuestros DAFO (SWOT), PESTs, nuestros Hype Cycles, cuadrantes mágicos, nuestros business canvas y nuestras típicas representaciones de sistemas con cajas y líneas… Tampoco hay definido un perfil específico a quién asignar su seguimiento ¿CTO?, ¿CIO?, ¿CSO? ¿Un dev., un friki?. En cada cliente que visito tengo diferentes interlocutores, diferentes departamentos, diferentes niveles jerárquicos. Cada explicación es individual, cada conclusión es distinta y el impacto oscila entre una oportunidad enorme, una simple mejora o una amenaza existencial.

Muy rara vez llega una tecnología tan versátil y revolucionaria como es el blockchain. Tan raramente, de hecho, que nuestros patrones típicos de procesar la innovación no funcionan.

Es una tecnología que rompe los modelos, nuestros DAFO (SWOT), PESTs, nuestros Hype Cycles, cuadrantes mágicos, nuestros business canvas y nuestras típicas representaciones de sistemas con cajas y líneas… Tampoco hay definido un perfil específico a quién asignar su seguimiento ¿CTO?, ¿CIO?, ¿CSO? ¿Un dev., un friki?. En cada cliente que visito tengo diferentes interlocutores, diferentes departamentos, diferentes niveles jerárquicos. Cada explicación es individual, cada conclusión es distinta y el impacto oscila entre una oportunidad enorme, una simple mejora o una amenaza existencial.

Y eso es lo que me fascina de este fenómeno. Cuando me preparo la visita con un cliente empiezo con una página en blanco sin una idea preconcebida del resultado final. A veces comienzo con sus retos, otras veces con su ecosistema o su cadena de valor, consulto su estructura interna,  sus procesos de negocio… Mi misión es entender el papel de conceptos como: reputación, confianza, complejidad de procesos, control jerárquico, seguridad y el riesgo de manipulación, fraude o robo. Mi objetivo es saber cómo todo esto define los factores esenciales del éxito en el sector, si son barreras de entrada o definen el poder de negociación aguas-arriba o aguas-abajo. Quiero identificar las inercias en el sector y en el cliente.

Como resultado, veo si hay un business case  para desintermediación, automatización, sistemas zero-knowledge proof, trazabilidad u  otros usos de blockchain. Y cuando capto por donde se dirige  el blockchain, el último paso es preguntar al amigo Google. Como es de esperar, suelo encontrar startups ya activos en el espacio identificado. En un caso concreto, más de 20.

En ocasiones este análisis es suficiente para quedarnos con un mensaje claro para el cliente: ¡“Buena suerte”! – Hay clientes que tendrán que sufrir una transformación traumática para poder competir con nuevas amenazas disruptivas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, incluso los disruptivos, nuestros clientes pueden aprovechar las oportunidades que les ofrece los cambios que supone el blockchain en sus organizaciones.

Estos cambios se pueden aterrizar a muchos ámbitos del negocio: RRHH, finanzas, operaciones, en comercio b2c tanto físico como digital, en la fabricación o procesamiento de materiales, donde muchas veces se encuentran procesos enteros eliminables y así se justifica  el caso de negocio. La clave está en reunir justamente a las personas que reconocen estos procesos y trabajar en equipo, por ello en Atos hemos desarrollado un programa  de talleres específicos dedicados a Blockchain.

Antes de terminar de hablar del cliente, toca soñar, o como digo yo, descender por el agujero de conejito, una frase inglesa con referencia a Alicia en el País de las Maravillas: Blockchain permite reflejar el mundo físico en un mundo digital a través de la tokenización – activos digitales únicos, irreplicables y que pueden tener un valor monetario. No es ninguna coincidencia: blockchain se inventó para el bitcoin. Una vez que tenemos estos tokens, todos los efectos económicos empiezan a ser posibles: inflación, deflación, transacciones, dividendos, intereses, precios spot, mercados de derivativos (forwards, futures). Estos tokens podrían ser la descarga de una canción – (¿Adiós Spotify?) o entradas de un concierto (¿Adiós Ticketmaster?) o kWh (¿Hola Microgrids?, o toneladas CO2 (¿Konnichiwa Kyoto Protocol?). ¿Imaginamos un ICO (Initial Coin Offering) para construir un bloque de pisos o un contrato forward para los peajes de autopistas?

Al final, Blockchain no es del CSO, o del friki, o del ‘Dpto de proyectos especiales’, es del CEO y es de todos, porque hasta que no has estudiado su aplicación en el entorno especifico, hasta que no has bajado por el agujero de conejito no sabes si te toca en operaciones, o en tu tema de seguros, o reclutamiento, o si habrá aquel tipo de disrupción que comió a ese conocido videoclub global llamado Block-“Netflix  [ìs not] even on the radar screen in terms of competition”-buster!

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Daniel Field
Head of Blockchain Iberia de Atos