Ayesa digitalizará quince presas explotadas por la Confederación Hidrográfica del Duero. El proyecto, enmarcado en los fondos Next Generation y gestionados por la Dirección general del Agua dependiente del MITECO, consiste en el desarrollo del modelo BIM (Building Information Modelling) de estas infraestructuras. Entre ellas se encuentran sus presas de regulación más importantes como Barrios de Luna, Riaño, Juan Benet o la Cuerda del Pozo.
BIM es una metodología de trabajo basada en la creación de un modelo 3D que incorpora una gran base de datos de cada elemento de un activo construido. Entre sus ventajas destaca la facilidad de añadir toda la información capturada por diferentes medios (fotografía aérea, modelos digitales del terreno, drones, lídar o escaneo láser); una fácil visualización de los diseños para tomar mejores decisiones; y un acceso total a los datos, con modelos almacenados en la nube.
En lo que se refiere a la gestión de presas, BIM aporta importantes beneficios en su diseño y adecuación, y optimiza tareas de mantenimiento, explotación y seguridad.
Diseño de presas y adecuación de las ya existentes
Al manejar modelos compartidos, BIM permite coordinar todas las disciplinas intervinientes, facilitando la detección de errores y conflictos en el modelo. Los cambios se actualizan automáticamente y se mantiene su trazabilidad, garantizando la disponibilidad de todas las versiones. Se automatizan también las ediciones de vistas y planos, con lo que las modificaciones requieren menor tiempo.
Igualmente es posible realizar una planificación completa de las fases de construcción, adelantándose a cualquier conflicto, y permite simular y calcular instalaciones o estructuras sobre el propio modelo.
BIM facilita tanto el autocontrol que ejerce el propio diseñador como la supervisión que realiza el propietario o administración pública que promueve la obra, redundando en una mejora de la calidad del proyecto.
Fase de mantenimiento y explotación de presas
En la fase inicial de explotación el modelo BIM puede incorporar el plan de llenado o de puesta en carga. Además, junto a las herramientas de planificación y control sobre procesos se añade la posibilidad de llevar a cabo el control de las variables auscultadas durante las fases de llenado y de incorporar los resultados a los distintos modelos de cálculo utilizados durante el diseño.
En las fases posteriores de explotación, BIM se convierte en el elemento integrador de la información del conjunto de actividades necesarias: operación, auscultación, inspección, mantenimiento, gestión de almacén, gestión de emergencias, gestión documental y mantenimiento del archivo técnico, facilitando que toda la información queda asociada a los elementos de la presa en 3D y georreferenciados.
Las labores diarias o semanales de inspección quedan asociadas a los elementos que se visualizan tridimensionalmente, que pueden incluir información relativa a los medios humanos y materiales necesarios, fotografías de anteriores actuaciones similares, registros de incidencias previos, fichas de especificaciones, etcétera.
Seguridad de presas
El hecho de que toda la documentación de la presa esté accesible a través del modelo BIM de forma georreferenciada facilita la revisión y la redacción de los documentos de seguridad.
Sus informes de comportamiento permiten una interpretación ágil y precisa de la auscultación, y los de seguridad acceder al histórico de incidencias localizadas en la presa, su interpretación y relación con otras variables. En los casos en que deban realizarse cálculos de estabilidad de las presas, se posibilita el acceso e interpretación a la información histórica existente.