El sector energético se encuentra en un proceso de transformación impulsado por la creciente demanda de vatios en la sociedad, obligando a las empresas públicas o privadas a renovar o construir infraestructuras que mitiguen esta necesidad. Al mismo tiempo, está en constante aumento la presión por dar el salto hacia tecnologías que dependan de fuentes renovables y que generen un impacto cero sobre el medio ambiente.
Para la ingeniería aplicada, es una oportunidad para evaluar flujos de trabajo tradicionales e incorporar el Digital Project Delivery, que centraliza los beneficios de la digitalización en proyectos complejos de diseño, ingeniería y construcción, especialmente en el sector energético.
La oportunidad de transformar los flujos de trabajo tradicionales
En un entorno tan dinámico, los proyectos de infraestructuras energéticas cuentan con objetivos muy exigentes en cuanto a tiempos de entrega, costos, sostenibilidad y calidad. Se generan flujos de trabajo vertiginosos en los que participan profesionales de especialidades variadas, formándose silos de información generados por los programas de diseño, cálculo o gestión, que se traducen en problemas de comunicación y errores. El uso de software específico por arquitectos, ingenieros y coordinadores agrava la situación con las exportaciones de ficheros, llevando a pérdida de tiempo y retrabajo.
Frente a este escenario, surge la necesidad de reinventarse e implementar nuevos flujos de trabajo ágiles que abarquen todas las disciplinas involucradas en los proyectos, apoyándose en tecnologías digitales punteras como la Inteligencia Artificial, la nube, BIM, Gemelos Digitales y las comunicaciones automatizadas, moldeando así una nueva etapa en la historia de las infraestructuras energéticas.
La entrega digital de proyectos: un nuevo paradigma para proyectar, construir y gestionar
La metodología Digital Project Delivery (DPD) implica trabajo colaborativo digital dentro de un Entorno Común de Datos (CDE), que centraliza la información del proyecto en documentos, modelos gráficos y datos no gráficos. Esto reduce errores y mejora la eficiencia.
En proyectos de infraestructuras energéticas, permite integrar datos de todas las disciplinas, como modelos BIM, ubicación GIS, cálculos eléctricos, permisos urbanísticos, mediciones y documentación, facilitando el seguimiento del proyecto desde la planificación hasta la operación.
Beneficios tangibles generados por el método Digital Project Delivery para el sector energético
Las empresas ahora tienen una participación más directa en el flujo de trabajo, logrando mayor control sobre sus inversiones. El Digital Project Delivery (DPD) se ha popularizado como metodología contractual, estableciendo una plataforma CDE que todos los actores deben usar.
En este contexto, plataformas como Autodesk Construction Cloud (ACC) juegan un papel crucial, ya que reúnen varios módulos de diseño y construcción en una solución integrada, constituyendo una fuente de información centralizada para todos los datos del proyecto y agilizando los flujos de trabajo.
En el sector energético, el DPD elimina la pérdida de información entre la entrega del proyecto y la fase de operación y mantenimiento, creando un repositorio activo de documentos y un Gemelo Digital como réplica virtual. Esto beneficia a contratistas, arquitectos e ingenieros al facilitar el intercambio de archivos, mejorar la comunicación y aumentar la seguridad y calidad.