Proyecto piloto en 42 municipios que implementa una solución integral Smart Building para gestionar datos de sensores en tiempo real: energía eléctrica y térmica, calidad ambiental, consumo de agua, meteorología, confort y seguridad. Permite control remoto, alertas, informes y mejora de decisiones de gestión y mantenimiento. Es la base para incorporar más edificios al modelo Smart Building. También existen otros verticales con tecnologías IoT para la gestión de piscinas o de parkings públicos.
Edificios inteligentes
Indicadores y procesos de mejora
El proyecto implementa una solución integral Smart Building que permite la gestión centralizada de datos en tiempo real. Para evaluar la eficacia del proyecto, se han definido indicadores clave de rendimiento (KPIs) como el consumo energético por plantas de edificios, conteo de personas en zonas concretas, consumo de agua, consumo de calefacción, etc.
El seguimiento se realiza mediante sistemas de gestión centralizada y cuadros de mando que permiten identificar áreas de mejora y aplicar acciones correctivas. Los procesos de optimización incluyen la revisión periódica de los algoritmos de control, la actualización de dispositivos inteligentes y la formación continua de los técnicos responsables. Además, se está avanzando en la creación de una comunidad de gestores de edificios públicos que comparta experiencias y buenas prácticas, permitiendo definir y actualizar KPIs relevantes para optimizar la gestión y fomentar la mejora continua del modelo.
Cuantificación/Estimación reducción consumo
El proyecto prevé una reducción significativa del consumo energético gracias a la monitorización en tiempo real de parámetros como energía eléctrica y térmica, calidad ambiental, confort interior y meteorología. La instalación de sensores permite detectar picos de consumo no justificados y optimizar el uso de recursos.
Mediante cuadros de mando, alertas y control remoto, se ajustan configuraciones para mejorar la eficiencia. Se estima una disminución progresiva del consumo energético en función del uso racional de las instalaciones, la automatización de procesos y la toma de decisiones basada en datos, lo que contribuye a la sostenibilidad y ahorro económico en los municipios participantes.
Cuantificación/Estimación reducción emisiones CO2
Gracias a la monitorización inteligente de consumos energéticos y condiciones ambientales, el proyecto permitirá optimizar el uso de electricidad, energía térmica y combustibles como gas y gasoil. La detección de picos de consumo no justificados, junto con la automatización de configuraciones y el control remoto de instalaciones, contribuirá a reducir la demanda energética.
Esta eficiencia se traduce en una menor emisión de CO₂, estimándose una reducción progresiva en función del uso racional de los recursos, la mejora del confort interior y la integración de energías más limpias. Los cuadros de mando facilitarán el seguimiento de indicadores clave para evaluar el impacto ambiental y ajustar estrategias de sostenibilidad.
Innovación aplicada y buenas prácticas
El proyecto aplica innovación mediante una solución integral Smart Building que centraliza la gestión de datos en tiempo real. Se monitorizan parámetros como energía, confort, seguridad y meteorología, con actuación remota, alertas e informes personalizados. Destaca la adaptación tecnológica a cada municipio y el uso de sensores piloto según necesidades específicas.
Como buena práctica, se integra con la plataforma regional de territorio inteligente, lo que permite compartir datos, escalar soluciones y coordinar actuaciones entre administraciones. Esta interoperabilidad y enfoque personalizado son referentes replicables para otras organizaciones públicas. Asimismo, se ha establecido una colaboración con la Universidad de Valladolid (UVA) para emplear los datos recabados en análisis avanzados mediante algoritmos de inteligencia artificial, potenciando así la investigación y la optimización de la gestión energética.
Uso de tecnologías (TICs)
El proyecto promueve el uso eficiente de TIC mediante la incorporación de arquitecturas abiertas, conectividad segura y protocolos interoperables que permiten la integración de múltiples dispositivos y sistemas. Se fomenta el uso de plataformas escalables y normalizadas que facilitan la evolución tecnológica futura.
Además, se impulsa la accesibilidad a través de interfaces intuitivas para técnicos municipales, garantizando una experiencia de usuario sencilla y eficaz. La solución se apoya en estándares de comunicación como MQTT y APIs REST, lo que permite una integración fluida con otros sistemas públicos, incluyendo la plataforma regional de territorio inteligente. Esta estrategia asegura la sostenibilidad tecnológica y la replicabilidad del modelo en otras entidades locales. Este proyecto, dentro del Plan Director de Transformación 2025-2029, impulsa la gestión sostenible y digital de infraestructuras públicas mediante eficiencia energética, innovación y TIC, sirviendo de modelo.