El recurso de la flexibilidad del usuario final permitirá a la red eléctrica dar entrada a los retos futuros, como el vehículo eléctrico, el aumento de consumo,…etc. Al tiempo que le permitirá al usuario final incluir la energía dentro de su balance energético. El reto es integrar la flexibilidad de forma progresiva y escalable, para ello será necesario un despliegue tecnológico en ambas partes de la red.