Entrevista
23 octubre 2019

Entrevista a Agustín Cardenas Fernández, Director de Transformación Negocio Empresas de Teléfonica

Hoy en día las organizaciones están funcionando con lo que tienen y cualquier cambio tecnológico, les supone un reto, aunque también una oportunidad. Las Empresas y Administraciones Públicas saben que deben adaptarse al nuevo entorno digital para ser competitivas y garantizar su permanencia en el negocio

¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios/instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?

El papel de la tecnología consiste en convertir en inteligentes o “smart” esos inmuebles, independientemente de su función final. Según la visión de Telefónica este tipo de edificios es capaz de gestionar inteligente y remotamente sus automatismos para mejorar el confort, la eficiencia, el mantenimiento, la accesibilidad, la salubridad, la seguridad y, en definitiva, para transformar la experiencia del usuario sin penalizar la sostenibilidad, independientemente del tipo de uso que tenga el edificio.

Esta definición estática del término edificio inteligente conlleva implícita su adaptación dinámica a lo largo del tiempo, como consecuencia de la adaptación progresiva a la tecnología disponible.

Una red de inmuebles inteligentes conforma entre sí una ciudad inteligente y extiende el alcance de sus beneficios a todos los habitantes de la misma, para mejorar su experiencia y su calidad de vida.

La tendencia debe integrar los diferentes edificios públicos o privados como nodos IoT para aprovechar las ventajas de la comunicación entre ellos como actores diferentes dentro de una ciudad.

 Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?

Los gobiernos solos no pueden frenar el calentamiento global. El papel de las empresas es clave. Y a ellas también les afecta dado que es un riesgo para muchas fábricas, infraestructuras y negocios, y también una oportunidad para ser más eficiente, diferenciarse y crecer.

Cada uno de los actores tiene diferentes motivaciones. Por un lado, el Gobierno persigue cumplir los compromisos marcados por los ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) a través de los planes de eficiencia energética y optimización de recursos en los propios edificios públicos, así como a través de ayudas económicos para el sector privado. Mientras tanto, los proveedores de soluciones que vislumbran esta necesidad desde hace mucho pretenden desplegar soluciones con la motivación de conservar nuestro planeta.

Por último, las empresas buscan reducir su impacto en el medio ambiente, al mismo tiempo que reducir sus costes operativos con modelos de financiación asumibles en su día a día. Adicionalmente, este tipo de medidas les ayuda a construir una imagen de empresa sostenible y comprometida con la sociedad. Lo que es evidente es que empleados, clientes e inversores empiezan ya a valorar lo que hacen o dejan de hacer las compañías por la sociedad y el planeta. Se preguntan si tienen un propósito a largo plazo, más allá de ganar dinero a corto plazo. Un 88% de los consumidores compraría productos o servicios de empresas con un propósito sostenible.

Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas sector industrial. ¿Se han marcado una Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética?

Uno de los criterios de decisión más importantes a la hora de desplegar una fábrica en un país u otro es el precio de la energía.

En España, la industria consume aproximadamente el 25% de la energía final. Esta energía se genera a partir de energías primarias fósiles principalmente. Si nos centramos particularmente en la energía eléctrica como energía final, el 60% de la energía eléctrica generada requiere de energías fósiles. Recordemos que importamos más del 99% del petróleo que consumimos.

La estrecha relación existente entre energía final y petróleo provoca que el precio de energía dependa directamente del precio del petróleo importado. Por tanto, teniendo el precio de energía comprometido, tenemos que hacer foco en ser lo más eficientes posibles sobre la cantidad de energía generada, si queremos ser industrialmente competitivos comparados con otros países, además de por el compromiso con la sostenibilidad.

Tanto es así que en nuestros propios inmuebles llevamos años implementando un plan de medidas de ahorro energético. Como consecuencia de la experiencia adquirida, queremos ayudar a otras empresas en este reto.

¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial?

Hoy en día las organizaciones están funcionando con lo que tienen y cualquier cambio tecnológico, les supone un reto, aunque también una oportunidad. Las Empresas y Administraciones Públicas saben que deben adaptarse al nuevo entorno digital para ser competitivas y garantizar su permanencia en el negocio

Cualquier nueva tecnología identificada pasa por tres etapas generalmente de desarrollo: demostrar sus ventajas, divulgar su existencia, convencer para que sea implementada. La última fase no es la menos compleja, la implantación de cualquier cambio tecnológico suele suponer un estrés financiero en el que el Retorno de la Inversión es el indicador clave para autorizar la implantación. En cualquier caso, desde Telefónica apostamos por modelos de alquiler tecnológico en el que la inversión se compensa con las eficiencias conseguidas.

Las oportunidades de crecimiento y desarrollo tecnológico para todos los sectores, son enormes, pero en especial el de la industria. Es un sector que se está transformando a un ritmo desenfrenado lo cual requiere una adaptación constante para poder ofrecer las soluciones necesarias en cada momento.

El principal foco de interés de los Smart Buildings es la eficiencia energética. ¿Qué aporta la tecnología en este sentido?

Precisamente el despliegue de tecnología es lo que convierte un edificio tradicional en un edificio inteligente o Smart Building. Las soluciones en los edificios inteligentes se pueden dividir en 3 pilares fundamentales:

  • Conectividad: La base de cualquier solución radica en permitir que los dispositivos hablen entre ellos y a su vez con un ente central en la nube que los orqueste. Hoy en día existen múltiples soluciones de conectividad, lo cual no quiere decir que todas ellas se adapten a cualquier escenario. Hemos oído hablar, por un lado, de conectividad fija con el cobre tradicional o la ultra rápida y escalable fibra óptica, y por otro lado de conectividad radio con 2G, 3G, 4G, wifi en interiores, … Pero los últimos avances en conectividad radio los protagonizan las redes de tipo LPWA que están revolucionando el sector de las telecomunicaciones con el objetivo de atender las necesidades de los objetos conectados (NBIoT y LTE-M).
  • Plataformas de gestión: Tradicionalmente estas plataformas se han conocido como el Building Management System o BMS. Las plataformas que impulsamos e integramos dentro de la propuesta extremo a extremo, soportan cualquiera de las soluciones que precisan los usuarios del edificio en cuestión. Desde estas plataformas recibimos en tiempo real y desde cualquier parte del mundo la información que envían los dispositivos desplegados sobre su entorno y podemos definir reglas para interactuar con ellos de forma remota.
  • Seguridad y analítica: Como consecuencia de la captura de todos los datos generados por el edificio, es crucial implementar medidas de seguridad físicas y lógicas para evitar que las amenazas se materialicen identificando los sistemas de detección más adecuados en función de la naturaleza de los riesgos. Los datos generados junto con la inteligencia programada en las plataformas, permite sacar conclusiones muy valiosas para la toma de decisiones sobre el comportamiento del edificio y sus usuarios.

 

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D. Agustín Cardenas Fernández
Telefónica
Gerente