1. ¿Qué papel juega la tecnología en conseguir instituciones /ciudades/ industrias/ centros de datos más eficientes energéticamente hablando? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Lo que no se puede medir no se puede mejorar. Las tecnologías de IoT, de Big Data y los sistemas de comunicación nos facilitan la obtención datos de prácticamente todo y su análisis en tiempo real. Esto nos permite entender qué está pasando, por qué está pasando y qué podría llegar a pasar. Es decir, nos permite realizar análisis descriptivo, predictivo y prescriptivo.
Los casos de uso más comunes en la industria los encontramos en la cadena de suministro, donde la trazabilidad de los materiales y la monitorización de los actores implicados permiten detectar ineficiencias y trabajar en la optimización de costes y recursos. Al final, esta optimización impactará positivamente sobre los consumos energéticos.
Adicionalmente, debemos tener en cuenta que los sistemas de obtención (sensores) y comunicación de datos requieren alimentación. Estándares como el NarrowBand IoT (NB-IoT) y tecnologías LPWAN permiten establecer conexiones estables con muy bajo consumo.
2. ¿Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas del sector industrial? ¿Deberían plantearse un Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética? ¿Cuál debe ser la contribución de la tecnología a este Plan?
Sin duda. El consumo de energía (principalmente no renovables) significa gasto económico e impacto medioambiental. Para reducir ambas cuestiones se deben plantear estrategias de eficiencia y de transformación energética hacia energías económicas y limpias.
Ya existen directivas y normativas europeas e internacionales que tienen como objetivo minimizar el consumo energético e identificar oportunidades de optimización.
Cualquier plan debería provocar un cambio en la cultura y el comportamiento energético, con el objetivo de promover empresas basadas en un desarrollo sostenible y competitivo. La gestión energética de las infraestructuras y la movilidad son dos puntos clave donde incidir. Conceptos como el Smart Energy y el Smart Mobility buscan dotar de inteligencia la operativa de los equipos e instalaciones de manera que se pueda optimizar el consumo energético. Tecnologías como las mencionadas en la pregunta anterior (IoT, Big Data y sistemas de comunicación de bajo consumo) nos permiten aplicar modelos matemáticos y obtener indicadores.
3. ¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Las políticas de promoción de la eficiencia energética han tenido efectos muy positivos en la industria desde 2005. Sin embargo, el transporte sigue siendo el sector con más demanda energética, donde el efecto de las políticas no ha tenido un impacto tan notable.
Las inversiones en eficiencia energética por parte de la industria y su capacidad para obtener rendimiento económico y mantenerse competitivas determinarán el éxito.
4. ¿Considera que se puede mejorar la posición competitiva de las organizaciones con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Cualquier organización debe concentrarse en definir una buena estrategia competitiva y ejecutar las acciones que correspondan. Las Tecnologías de la Información y Comunicación serán un buen soporte y ayudarán a mejorar la posición, siempre y cuando se apliquen sobre una estrategia y acciones adecuadas. En el caso de la industria, serán más importantes los cambios culturales y la optimización de procesos que la adopción de tecnología.
5. ¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Me gustaría verla cargada de energía positiva. Ja ja ja. En serio, estoy seguro de que dispondremos de las políticas adecuadas en materia de energías renovables, y que las empresas pioneras en inversión energética habrán percibido el retorno esperado, animando/obligando al resto de empresas rezagadas a seguir el mismo camino.
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